Este es uno de los recorridos de autobús que más pasajeros perdió el pasado año | M. À. Cañellas

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La línea 2 de la EMT es la única circular del servicio, y es una de las que más viajeros ha perdido: 199.784 en 2016, frente a los 212.553 del año 2015.

La línea 2 tiene una frecuencia de aproximadamente 15 minutos y recorre todo el centro histórico de Palma en poco más de media hora: si iniciamos en Avenidas, sube General Riera, y da un rodeo por el barrio de Es Fortí para continuar por Paseo Mallorca. Después gira por Jaime III hasta el Borne y callejea por las estrechas calles del centro hasta llegar de nuevo a las Avenidas y subir hasta Plaza España.

Un conductor, que prefiere no ser identificado, cuenta que «la línea se llena en ciertos momentos después de la hora de los colegios, el bus se vacía bastante». Lo confirmamos: en un recorrido hecho a las once de la mañana, no llegamos a contar más de 13 pasajeros a la vez. Según el relato del chófer, «en temporada alta, sobre las doce del mediodía hay bastantes turistas que se suben al autobús».

A pesar de estas impresiones, las cifras de ocupación distan mucho de encumbrar a la línea 2 como modo de transporte turístico: entre los meses de junio y septiembre del año 2016 la línea 2 fue utilizada por 63.154 personas, lo que supone aproximadamente 37 viajeros por cada hora, menos de la media anual. La mayor parte de los pasajeros es gente residente mayor de 65 años, que vive en el centro y que utiliza esta línea para no andar mucho.

Es el caso de Modesta Córdoba, una usuaria de 77 años. Cuenta que «aunque yo uso la línea 2 solamente dos paradas, me viene bien porque me duelen las rodillas y así llego antes. Si tuviera que andar tardaría mucho más».

Si bien el recorrido es de media hora, muchos de los pasajeros de edad avanzada dan una vuelta importante para llegar a su destino, ya que como aseguran, «no hay prisa».

Clara García, de 40 años, también es usuaria de la línea «porque me recoge en la puerta de casa y me deja en la puerta del trabajo». Clara reconoce que los autobuses de esta línea casi siempre están vacíos y cree que «se le da poca publicidad a este recorrido, podría ser más utilizada por los turistas, les da un buen paseo por el casco histórico».

La línea 2 tiene además la particularidad de que es una de las pocas en las que pueden subir perros. Fue una de las tres líneas en las que se amplió esta iniciativa en junio de 2014, que comenzó como prueba piloto en noviembre del año anterior en la línea 30.

Las opiniones de los usuarios respecto al acceso de canes en las líneas de la EMT son diversas. Algunos encuestados, los más mayores, no ven con buenos ojos el acceso del perro al bus, mientras que la mayoría de los usuarios están a favor.