Xavier Busquets, en el centro, llegando a los juzgados en compañía de su abogado Andreu Rotger. | Pere Bota

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El titular del juzgado de Instrucción 9 de Palma ha citado para este martes y miércoles a los detenidos por la Policía Nacional en torno al supuesto fraude en la venta del fármaco Minerval.

Entre ellos declararán los dos catedráticos de la UIB que fueron suspendidos para la docencia tras su arresto: Pablo Vicente Escribá y Xavier Busquets. Ambos darán por primera vez explicaciones en sede judicial sobre la supuesta estafa al comercializar el producto, aún no homologado para la comercialización, a pacientes de cáncer.

El primero en llegar ha sido Xavier Busquets que ha declarado cerca de una hora ante el juez. Busquets ha abandonado la sede judicial sin realizar ningún tipo de comentarios ante los medios de comunicación. Sobre las 11.00 horas ha llegado Vicente Escribà, que en estos momentos está declarando.

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Además de ellos están citados la mujer del primero y otras dos personas vinculadas a la Fundación Marathón. Los dos principales investigados no declararon tras su detención y fueron puestos en libertad por la policía. Una primera citación ante el juez instructor fue suspendida el mismo día del arresto y, desde entonces, el trámite en los juzgados de Vía Alemania había quedado a expensas de que avanzara la investigación policial. Además de estas personas, el instructor tomará también declaración a testigos como la jefa del Servei d’Oncologiaa de Son Espases, Sefa Terrasa, una de las personas que denunció el caso.

A todos los arrestados se les investiga por un delito de estafa y la Policía Nacional cuantifica en alrededor de 600.000 euros el dinero del que se pudieron beneficiar los responsables con la comercialización del fármaco, que aún no ha sido autorizado para su venta como medicamento y se encuentra en fase experimental.

Los agentes del Grupo de Delincuencia Económica de la policía han localizado también a una veintena de víctimas que adquirieron el Minerval, presuntamente, a Pablo Vicente Escribá. Hay testimonios de que algunas de las ventas se efectuaron en la propia UIB.