El juicio se prolongará durante el resto de la semana y otros dos días más. | M. À. Cañellas

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Joaquín Yvancos, antiguo abogado de José María Ruiz-Mateos padre, exculpa ahora a los seis hijos de la operación de compra de los hoteles Beverly, por la que la Fiscalía les pide siete años de cárcel. El testigo terminó su declaración como imputado por mentir tras desdecirse de todo lo que manifestó en la instrucción: «Estaba muy cabreado entonces con ellos», explicó.

La versión que dio en ese momento es que el patriarca ya estaba tocado de salud y que los hijos participaban de forma activa ya en los negocios. Concretó que fue Pablo quien tomó la decisión de firmar una hipoteca sobre el hotel de Peguera, un dinero que más tarde fue a parar a la caja común de Nueva Rumasa desde la que se pagaban también los gastos privados de los Ruiz-Mateos.

Ante esa declaración y los documentos que aportó entonces, la defensa de los seis acusados intentó al inicio del juicio impedir esta declaración. Este miércoles volvió a protestar porque compareciera por videoconferencia. Incluso antes de empezar a responder, Yvancos confirmó que tenía muy mala relación con los encausados. Entonces, por sorpresa, comenzó a responder con evasivas al fiscal Juan Carrau y a confirmar la versión de los hijos: «Yo he visto al padre decirles en una reunión: tú, cállate, niño».

El fiscal le mostró sus declaraciones en instrucción. Yvancos dijo no acordarse de lo que había dicho. Ante sus evasivas y su negativa a responder, el presidente del tribunal le recordó que estaba bajo juramento. No cambió de registro y, al terminar, el magistrado le anunció que se le iba a deducir testimonio por mentir, ya fuera en la instrucción o ya fuera en el juicio. Otro testigo, responsable civil subsidiario, negó haber firmado una hipoteca sobre el hotel de Peguera para bloquear un embargo y señaló que él mismo fue engañado por Ruiz-Mateos: «Ante Dios y la Virgen rezamos unos avemarías y me dijo que me iba a pagar». Le dejó a deber 22 millones.