Uno de los edificios en ruina, cuyo entorno está vallado para garantizar la seguridad en la vía pública. | Joan Torres

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El centro de Palma cuenta con una decena de edificios que el Ajuntament ha declarado en ruina por su mal estado. Con la finalidad de garantizar la seguridad en la vía pública, los técnicos municipales han tomado una serie de medidas, que van desde poner vallas hasta cortar la calle, como una cercana a los juzgados de sa Gerreria.

Por citar algunos ejemplos, en la calle Bosc hay dos edificios en ruina. Uno tiene orden de demolición y Cort ya ha pedido presupuesto para ejecutarla de forma subsidiaria. Además, ha encargado que se habilite un itinerario protegido con madera para dar más seguridad. En el otro, el propietario quiere rehabilitarlo y Urbanisme estudia el proyecto; el dueño ha ejecutado las mediadas cautelares. Otro edificio que se tiene que demoler es el de la calle Vila. Estos tres inmuebles se encuentran muy cerca y los vecinos y trabajadores de la zona están muy asustados, ya que impresiona pasar junto a las vallas.

El teniente de alcalde d’Urbanisme, José Hila, lanza un mensaje de tranquilidad, ya que los técnicos d’Urbanisme están tomando las medidas oportunas y recuerda que son inmuebles privados en los que el Consistorio solo puede intervenir de forma subsidiaria cuando se cumplen los plazos que establece la ley. «Los técnicos toman todas las medidas pertinentes para garantizar la seguridad en la vía pública, pero es imposible hacerlo en todos los supuestos». En este sentido, reconoce que con las lluvias aumenta el riesgo de derrumbe de los inmuebles, pero insiste en que los técnicos hacen todo lo posible para evitarlo. Hila sostiene que no hay demasiados edificios en ruina y argumenta que ahora se toman medidas mucho más visibles, como cortar calles o poner vallas.

Las medidas que los propietarios tienen que adoptar, van desde la demolición total del edificio a una parte. No obstante, los dueños pueden rehabilitar el edificio si un técnico municipal lo considere viable. Los técnicos insisten en que son los propietarios los que deben ejecutar las medidas señaladas en el expediente de ruina. No obstante, precisan que vigilan que las realizan para que no supongan un peligro para los viandantes; si no lo hacen, Cort las ejecuta de forma subsidiaria.