La masificación de coches es el problema medioambiental que más preocupa a los ciudadanos de Baleares, seguida de la masificación de personas, la contaminación del aire, el derroche de agua y la suciedad, según el Ecobarómetro balear 2017. | M. MIRO

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Un 56 % de ciudadanos de Balears considera excesiva la llegada de turistas a las Islas en verano comparando coste y beneficios, por encima del 53 % que así lo consideraba el año pasado. Así se desprende de la quinta edición del Ecobarómetro balear, un estudio de opinión pública sobre distintos aspectos ambientales, desarrollado por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), la Obra Social ?La Caixa?, y las empresas Tirme e Hirdrobal.

Esta percepción varía en función de la isla y también de la edad de entrevistado. Así, un 69 % de los jóvenes cree que el coste del turismo es elevado frente a los beneficios que aporta, una opinión que solo comparte el 35 % de los mayores de 65 años. Asimismo, la valoración es diferente en Menorca que en Palma, donde un 63 % de los entrevistados califica de excesiva la llegada de turistas, muy por encima del 39 % de menorquines que así lo considera. En la Part Forana esta percepción es del 51,4 % y en Eivissa del 56 %.

El director del IBES y máximo responsable del informe, Gonzalo Adán, destacó que en los últimos años se ha constatado «una pérdida progresiva de la percepción de calidad del medio ambiente, que se ha acentuado este año, y que se atribuye casi en exclusiva al turismo». Desde mayo de 2013 a junio de 2017, el porcentaje de ciudadanos que califica de muy buena la calidad del medio ambiente ha pasado del 8 % al 4 %, mientras que ha aumentado del 9 al 12 % quienes la califican de mala.

En relación a los principales problemas que afectan al medio ambiente, aparece en primer lugar la masificación de coches (39 %), que el año pasado ocupaba el tercer lugar. La masificación de personas ocupa el segundo puesto (30 %), de ahí que Adán destacara que este año «el principal problema se desplaza a los coches» e insistiera en que «los ciudadanos no proponen mayoritariamente la restricción de entrada de turistas, sino paliar sus consecuencias con medidas que limiten sus efectos».

El problema de la masificación de coches es mayor en Palma (43 %) y Eivissa (42 %), mientras que el deterioro de las playas es mucho más acusado en Mallorca (25 %), que en Menorca y Eivissa, donde lo consideran un problema el 6 % y el 9 %, respectivamente. Sobre esta cuestión, cabe señalar que un 74 % de la población aprueba la implantación de restricciones en los accesos a determinados parajes naturales, como calas y playas protegidas.

Los resultados revelan que también empeora la opinión que los ciudadanos tienen sobre la actuación de las instituciones. Un 21 % de los encuestados considera que las medidas adoptadas contribuyen a mejorar el medio ambiente, un descenso de 13 puntos respecto al año anterior. Preguntados sobre qué institución debería hacer más de lo que hace por el medio ambiente, los encuestados apuntan principalmente a los partidos políticos (58 %), el Gobierno central (55 %) y el Govern (53 %).