Fachada del Tribunal Superior de Justicia de Baleares. | Jaume Morey

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El Tribunal Superior de Justicia de Balears ha acordado el sobreseimiento libre de la investigación seguida contra una magistrada de Palma por un delito de revelación de secretos. Las pesquisas se iniciaron a raíz de la querella planteada por un médico con el que la magistrada había tenido una relación sentimental. La denuncia aludía a una serie de correos electrónicos en los que la juez le comentaba datos sobre el proceso de divorcio de su actual pareja en los cuales ella había intervenido ya que dictó un auto de medidas. A partir de ahí, el TSJB abrió diligencias previas al afectar los hechos a una magistrada en el ejercicio de sus funciones.

Tras varios meses de instrucción, la instructora del caso, Felisa Vidal, concluye que, aunque «estamos en presencia de una revelación de información por la querellada», los hechos no revisten suficiente entidad para ser constitutivos de delitos. Señala que la conducta de la investigada puede encajar dentro del régimen disciplinario del poder judicial. «En el caso concreto, no cabe sostener que la información revelada sea de la relevancia que exige el tipo penal». Explica el auto que sólo se trasmitió a una persona y que con esa revelación no se ha perjudicado «el servicio público que prestan jueces y magistrados». El auto que dictó no se vio afectado, daba en parte la razón a la novia del médico y no fue recurrido. De hecho es previo a que la jueza conociera la nueva relación de su antigua pareja.

Durante la instrucción de la causa, la defensa de la magistrada -ejercida por los letrados Josep Zaforteza y Miguel Arbona- aportó toda una serie de conversaciones entre el denunciante y la jueza. En ellas se acredita que existía una relación de amistad entre ambos y que fue el médico quien ya había hecho comentarios de índole personal sobre su pareja a la jueza. La Fiscalía había informado también a favor de que se archivara la causa por delito, aunque por motivos distintos a los que ha empleado el TSJB. El ministerio público entendía que no se habían divulgado datos confidenciales.

El auto no es firme y puede ser recurrido por la acusación particular ante el mismo TSJB.