Este programa está dirigido a pacientes con lesiones neurológicas como daño cerebral adquirido o lesión medular, y que una vez que han finalizado su hospitalización y posterior fase de rehabilitación presentan algún tipo de discapacidad, ha informado el centro hospitalario en un comunicado.
Con este servicio, Sant Joan de Déu, como centro especializado en procesos que mejoren la funcionalidad y promuevan la autonomía de las personas, pretende dar continuidad a la asistencia que reciben los usuarios desde una vertiente social.
La intervención en los pacientes se realiza a partir de las inquietudes y necesidades de mejora de los propios usuarios.
A partir de ahí se crean proyectos sobre las «actividades básicas de la vida diaria» como vestirse, lavarse los dientes, caminar, desplazarse en silla de ruedas, al baño o la cocina, o en «actividades instrumentales» como poner la mesa, preparar una receta o fregar los platos.
En estas actividades, además de aspectos físicos, también intervienen procesos cognitivos como la memoria o la concentración.
El objetivo de este trabajo es trasladar las capacidades adquiridas durante la rehabilitación hospitalaria o ambulatoria convencional a la vida real, de manera que se mejore la autonomía de cada usuario.
Con cada uno de estos proyectos se busca potenciar lo trabajado durante la rehabilitación en disciplinas como la terapia ocupacional, la fisioterapia y la neuropsicología, entre otras, para aplicarlo después en situaciones cotidianas.
Algunos de los proyectos que se realizan en la actualidad son: preparación del desayuno, taller de bricolaje, taller de vestido, taller de nuevas habilidades, taller de coordinación y equilibrio, taller de prevención de caídas, taller de prevención de lesiones de hombro, rehabilitación de funciones cognitivas, actividades pre-deportivas y natación, taller de cocina y talleres de salud.
En estas actividades se incluyen aspectos de prevención dirigidos tanto a los propios usuarios como a sus familiares y cuidadores.
En la actualidad se han atendido a 62 personas del área de Palma e Inca.
Toda esta oferta de actividades, talleres y proyectos les ayuda a volver a aprender tareas cotidianas adaptadas a su nueva realidad y necesidades.
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