En Tirme apuestan por aportar estímulos que engrasen y abran puertas de desarrollo a los profesionales que forman la organización. | TIRME

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Si una empresa, una organización, obtiene resultados económicos rentables, satisfactorios, ¿para qué invertir en formación, en creatividad, en estimular la participación o en realizar talleres de cohesión de equipo? El sentido común nos dicta el mantra: «si las personas están bien, seguro que ello repercute en el rendimiento de las mismas y en consecuencia en mejores resultados y optimización de procesos».

Eso dice el sentido común, pero ¿pasaría algo si no se realizase esa inversión en el desarrollo del lado humano de las empresas? Y si no explorásemos los campos de la creatividad, la participación, la inteligencia emocional o los estados de atención plena, ¿se vería la cuenta de pérdidas y ganancias afectada? Es el campo de las mejoras intangibles del management, en ocasiones tan difíciles de medir.

En Tirme hemos optado, movidos por específicas características de empresa concesionaria, con poca rotación de personal, con un convenio laboral estable y una política de Recurso Humanos galardonada con la certificación EFR, por dar una vuelta de tuerca y apostar por explorar esas tendencias, precisamente para aportar estímulos que engrasen y abran puertas de desarrollo a los profesionales que forman la organización.

Una organización en constante movimiento, que si algo tiene en su ADN es la mejora continua. Otros valores los hemos de ir trabajando para lograr incardinarlos en la cultura de empresa, pero pocos trabajadores y trabajadoras de los trescientos que formamos la plantilla, ponemos en duda que el ánimo de mejora con peores o mejores resultados sí está integrado. Nos enfrentamos a múltiples retos de carácter tecnológico, económico y de gestión de relaciones comerciales, institucionales y humanas, todo con el fin de ofrecer las mejores soluciones medioambientales, y para ello apostar entre muchas otras acciones por la creatividad y la participación. Parecen buenas opciones.

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Por todo ello, estamos apostando por la formación en creatividad, que tenga como consecuencia recoger e implantar propuestas, que mejoren cada una de las líneas del desarrollo del plan estratégico. Pero ¿desde dónde hemos enfocado esta creatividad que crea empresa?

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Hemos apostado por una creatividad sustentada en tres líneas:

1-El lenguaje genera realidad.

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2-Estudio de herramientas participativas de equipos de mejora.

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3-Explorar los estados de atención plena e inteligencia intuitiva.

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Todo ello se articula a través de la formación de los embajadores de la creatividad que una vez formados conforme a seis competencias (transversalidad, proactividad, curiosidad, habilidades sociales, influencia y observador-escuchador) pasaran a formar parte de un bolsín de creativos que son reclamados por los distintos departamentos de la empresa para que por parejas acudan ante la solicitud de grupos de trabajo, reuniones o equipos de mejora con el fin de facilitar la creatividad , dirigir con mayor eficacia las reuniones y asistir a la canalización de propuestas de mejora.

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Estos embajadores de la creatividad, o Leonardos como gustan llamarse en honor a Leonardo da Vinci, son coordinados por el tutor de equipos de creatividad de la empresa que ha sido formado durante años en materias como coach, mindfulness y facilitación de equipos de mejora entre otras materias.

Así la creatividad va impregnando las distintas áreas de la organización, poco a poco adecuándose a los ritmos de producción y gestión de la misma. Y? ¿cuáles son los resultados tangibles?

- La mejora en la eficiencia de la reuniones.
- Hacer participar al personal y dar curso de aplicación a las propuestas de mejora.
- El mayor número de propuestas.
- La complicidad generada que aporta transversalidad a la empresa entre los embajadores de la creatividad.
- Orgullo de pertenencia por participar en continuo en un proyecto que ha desarrollado capacidades humanas y que amplía las capacidades profesionales.
- Mantener una organización más viva y ágil dada sus especiales condiciones.

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Al final la creatividad está plagada de responsabilidad. Responsabilidad en querer ser mejores profesionales, mejores compañeros, mejores personas y en aportar mejores productos y servicios. Qué bueno crear los espacios y las condiciones adecuadas para que con la mejor intención y como plantas crezcamos y nos desarrollemos dentro del marco de la empresa, obteniendo resultados paulatinos, pues en estas materias todavía estamos en pañales a la hora de aprender. ¿Qué es eso de la creatividad a través de estados de meditación, de aumentar los periodos de ondas alfa?, ¿Qué es eso de que has de cuidar los pensamientos pues estos se transforman en lenguaje, el lenguaje en acción, la acción en habito y este en carácter?, ¿Qué es eso del pensamiento lateral o de reconocer que tu compañero, el menos afín a ti puede ser una oportunidad de aprendizaje?, y? ¿Qué es eso de armonizar los espacios para provocar el bienestar, la salud y la creatividad?

Todos ellos son conceptos que al explorarlos con humildad, honestidad y osadía posiblemente nos hagan ser mejores personas, encontrar autentico sentido de vida y de vocación y ser una mejor organización.

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