Los veterinarios se encargan del control de las matanzas, como la de la imagen, para evitar la triquinosis. | ARCHIVO

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La crisis provocada por el fraude de los huevos contaminados con fipronil, un pesticida prohibido para desinsectar las aves de corral, pero aprobado para gatos y perros, que ha afectado a más de 15 países, según la Comisión Europea, ha creado alarma en todo el mundo.

El Colegio Oficial de Veterinarios de las Islas Balears (COVIB) ha creado una comisión de seguridad alimentaria, que era un ámbito de actuación interna que hasta ahora no trabajan, con el objetivo de incentivar la vigilancia puesto que la salud de los animales incide de forma directa en la salud humana, ya sea como consecuencia del consumo de sus productos o por la convivencia diaria entre ellos y las personas.

De hecho desde la Comisión Europea se está consolidando el concepto de salud compartida, que intenta aproximar a la veterinaria y a la medicina humana dada la interrelación entre las enfermedades animales y las de las peronas, tal y como explican desde el COVIB.

Una de las labores que llevan a cabo los veterinarios para garantizar la seguridad alimentaria es el control de las matanzas para evitar la triquinosis, que es una enfermedad causada por el consumo de carne mal cocida y que contiene quistes (larvas o gusanos inmaduros) de triquina.

Delegado
Por otra parte, el veterinario Joan Oliver, que ha sido nombrado nuevo delegado en Balears de la Asociación de Veterinarios Especialistas en Seguridad Alimentaria (AVESA), explica que «desde la Administración pública se ha trabajado bastante en el fomento de la seguridad alimentaria, pero no se ha controlado tanto a nivel de empresas privadas».

Oliver, que además es el coordinador de Seguridad Alimentaria del área de Manacor, que depende de la Direcció General de Salut Pública i Participació, reconoce que todavía hoy en día hay mucho desconocimiento de las enfermedades que se pueden transmitir a través de la cadena alimentaria.

Uno de los grandes problemas que han detectado los veterinarios es el alto consumo de antibióticos. España es el país de la Unión Europea donde más antibióticos veterinarios se venden. «Se está abusando del uso de antibióticos», explica Oliver. Es un problema importante y creciente en el sector primario, tanto que ocupa la mayoría de las reuniones técnicas internacionales.