Vista de tres grandes buques de crucero en el puerto de Palma. | Gabriel Alomar

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La asociación de compañías de cruceros de Europa, la Cruise Lines International Association (CLIA), ha presentado un contundente pliego de alegaciones al proyecto de Presupuestos de la Comunitat para 2018 en el que pide la eliminación de la ecotasa ya que consideran que es contraria a derecho, presenta vicios de inconstitucionalidad, supone una vulneración del principio de igualdad que consagra la Carta Magna y es discriminatoria. El escrito, en el que piden al Govern que reconsidere su intención de cobrar este impuesto, puede ser el paso previo a un recurso ante los tribunales.

CLIA Europa es la mayor asociación de cruceros del mundo y sus miembros componen prácticamente el cien por cien de la industria de cruceros que opera en Europa, tanto en el Mediterráneo como en otras zonas del continente. Agrupa a 45 compañías, entre las que se encuentran las habituales de Balears como Aida, Carnival, Costa, Celebrity Cruises, MSC, Norwegian, Oceania, Pullmantur, Royal Caribbean, Thomson o Tui.

A lo largo de su escrito de alegaciones, si en algo incide esta asociación es que la implantación de la ecotasa puede provocar que los puertos de las Islas queden fuera de las rutas cruceristas. Señalan que el tributo tendrá como consecuencia que las Islas «dejen de ser un destino competitivo en el segmento de cruceros». «El impuesto introduce un condicionante económico no solo para el potencial consumidor sino también para las empresas titulares de cruceros que, como sujetos pasivos a título de sustitutos, pueden decidir desplazarse a otro destino que, reuniendo similares características, resulte más económico e implique menos complejidades por la inexistencia del impuesto», añaden.

La asociación alude a los problemas geopolíticos del Mediterráneo Oriental, que han supuesto la consolidación de las Islas como destino de barcos. «La inestabilidad en esas zonas del mundo irá desapareciendo paulatinamente y, como consecuencia, destinos de cruceros que a día de hoy están poco operativos (...) volverán a posicionarse en el mercado. Ello tendrá como consecuencia que les Illes Balears dejarán de ser un destino competitivo».