Las bibliotecas ayudan a estructurar y dar vida a los barrios. En la foto, la biblioteca municipal de Cort. | JAUME MOREY / SERGE CASES

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El tripartito de Cort apostó desde el principio por recuperar esta legislatura la gestión de al menos una escoleta y una biblioteca municipal, que ahora mismo están externalizadas, y será en 2018 cuando este punto del pacto de gobierno empezará a hacerse realidad.

Este objetivo estaba en los programas electorales tanto de Més per Palma como de Podemos Palma, pero no en los del PSOE. En concreto, el Pacte tiene previsto recuperar la gestión de las bibliotecas de Son Ferriol y Son Cànaves, dos de las siete que están privatizadas, que volverán a ser gestionadas directamente por el Ajuntament en cuanto finalice el contrato actual en julio.

En cuanto a las escoletas, el tripartito quiere recuperar la gestión de uno de los ocho centros municipales que actualmente están externalizados, algo que también se quiere cumplir de cara al próximo curso.
Actualmente, solo quedan tres escoletas en manos municipales, las de Santa Catalina, Ciutat Antiga y Santa Creu. Ahora el Consistorio estudia qué escoleta puede recuperar y en qué momento hacerlo.

El gobierno progresista considera que se trata de infraestructuras básicas en las barriadas, las escoletas porque se necesitan más plazas y que funcionen bien (hay aproximadamente 400 niños que se quedaron fuera este curso), y las bibliotecas no solo por ser espacios de cultura sino porque funcionan como nodos que ayudan a estructurar y dar vida al barrio y eso a los ciudadanos les importa.

«Por eso queremos recuperar la gestión de algunas de ellas y garantizar que, en el caso de las bibliotecas, puedan abrir todo el año, y para ello deben tener personal suficiente», reconoció el concejal de Cultura, Llorenç Carrió. Además, el regidor aseguró que la remunicipalización mejora las condiciones laborales del personal.