Los dispositivos se colocarán en los puntos más conflictivos de Palma y las multas previstas para los infractores alcanzan los 200 euros.

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El área de Mobilitat del Ajuntament de Palma quiere instalar este año en los semáforos radares de control de velocidad y detectores para poder saber cuándo un coche se salta un semáforo en rojo o no respeta un paso de cebra en el momento que está pasando un peatón. El vehículo podrá ser identificado y el conductor, sancionado.

El concejal de Mobilitat, Joan Ferrer, reconoce que ya querrían haberlo hecho, «porque son medidas cuyo objetivo es evitar accidentes», pero todavía no ha sido posible porque se está retrasando la adjudicación del pliego de instalaciones semafóricas, que es en el que está incluida esta mejora y que tendría que haberse adjudicado ya hace casi un año. El concejal reconoce que no es competencia suya la adjudicación de este pliego, sino del área de Govern Interior, y hasta ese momento «no se puede hacer más».

Estos radares se instalarían, en un primer momento, en los puntos negros o en las zonas más conflictivas de la ciudad, como puede ser la calle Manacor. Pero, aclaró el edil, estas zonas serán decididas de forma coordinada por los técnicos del área y de la Policía Local.

Según la disponibilidad económica del contrato se colocarán más o menos radares y detectores. Si no se pueden instalar todos los necesarios «se priorizará por estadísticas de accidentes o problemas en cada zona», admitió Ferrer. En un principio la Regiduria de Mobilitat tenía previsto comprar cerca de cuatro unidades de cada una de estos elementos para instalarlos en los puntos más conflictivos. En cualquier caso estos radares y detectores serán móviles por lo que se podrían desplazar de una zona a otra en caso de necesidad.

El responsable municipal recordó que las multas por este tipo de infracciones es de 200 euros. En estos momentos en Palma hay más de 5.000 semáforos y cerca de un centenar de cámaras de control de tráfico.