La publicación en origen era de Patricia Guasp, una abogada que anteriormente estuvo vinculada al PP de la capital balear. De hecho trabajó como «asesora en los asuntos europeos del Gobierno autonómico de las Islas Baleares» en la pasada legislatura, aunque últimamente se encuentra algo más cercana a la esfera de Ciudadanos.
El caso es que para Guasp resultaba penoso que en un colegio «donde la enseñanza es toda en catalán, todos los niños llevaban globos amarillos».
«¿Qué opina el Govern del adoctrinamiento en las aulas de un colegio concertado?», ha lanzado al aire Guasp, sin obtener ninguna respuesta por parte de la Conselleria ni de ningún cargo o representante.
Lo que para algunos resulta inadmisible, para otros no pasa de simple anécdota. Así, fuentes del colegio palmesano han afirmado que la escuela está llena de globos amarillos, aunque no es por ninguna cuestión política, sino que obedece a una próxima actividad del centro.
Los distintivos en color amarillo en lazos y todo tipo de enseres se ha prodigado últimamente como un gesto de apoyo a los políticos catalanes presos por la causa del 'procés'.
45 comentarios
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No pretendemos quitar el amarillo del arco iris, ni dela paleta de los pintores, ni cambiar los chalecos. Pero si pretendemos que entiendan que un centro educativo no tiene por que llevar globos, ni camisetas, ni asistir a manifestaciones con este color. Si quieren asistir a nivel individual no se les puede negar, por algo hay libertad de expresión, pero que no se obligue a los alumnos y no transfieran sus ideologías a estos alumnos fácilmente maleables hacía sus intereses.
Si reconoce, y supongo que hay más padres que opinan igual, que ha sido un patinazo, ¿Porqué no se solicita la dimisión de los responsables?. A las edades de los alumnos es muy fácil inclinar las afiliaciones políticas y lingüísticas.
Me encantan los progres que van por ahí con el rollo macabeo de la extrema derecha autoritaria. Peazo cursis.
Como ya se ha comentado, "en teoria" no era ninguna reivindicación independentista sino que era una bienvenida al colegio "Gavina", aunque entiendo que se pueda sospechar, no creo que sea motivo suficiente como para que se ataque de esta manera al colegio. No estoy de acuerdo con que "los padres que llevan sus hijos a ese colegio ya sabemos de que pie cojean". Mi mujer y yo somos mallorquines de toda la vida y estamos encantados con los valores de respeto y tolerancia que se les intenta transmitir a los niños y la propuesta académica, y no somo nada "independentistas".
Ya han explicado para que eran los globos. Para una bienvenida a niños valencianos. Tranquilos los amarillofobicos. Es mas, incluso los han explotado...ya me dirás, como se entere Puigdemont.
Soy padre de dos alumnos en el centro, no pasa nada por reconocer que esto ha sido un patinazo en toda regla, no está bien, la política fuera de las aulas da igual el color de esta, punto. Es un buen centro que enseña muchos valores importantes en la vida pero en esta ocasión han estado desacertados.
Si era una práctica de trabajo, justamente no había, además, de otros colores. A esto se le llama adoctrinamiento en las aulas (práctica) y fuera (manifestación). Se os ve el plumero amarillo.
Esta señora Guasp desconoce los valores de tolerancia y pluralismo y desprecia la libertad de expresión. El auténtico adoctrinamiento lo practican ella y los suyos que llevan a sus hijos a centros ultracatólicos donde les inyectan doctrina en vena cada día con dinero público. Esto sí que es una verguenza inconcebible en un cualquier pais serio (basta mirar a Francia, modelo en educación). Y en casa: desprecio al inmigrante, a quien piensa diferente, etc. Extrema derecha autoritaria en estado puro.
¿Y nos extrañamos con una escuela pública con un nivel académico penoso y unos dogmáticos como profesores?
Señor Pan, lo que usted explica es el modelo que pusimos en marcha hace mas de 25 años con la convicción de que serviría para la integración, la pluralidad y la convivencia. Usted es joven y todavía no le ha dado tiempo de ver el fondo de la cuestión, cuando lo vea ya será demasiado tarde, como ha ocurrido en Cataluña.