María cuenta que cuando su marido aceptó comprar el negocio, sus conocidos aseguraban que se había vuelto loco. Sin embargo, el tiempo le dio la razón y en un año lo pagaron; a los dos años abrieron otro establecimiento en la Plaça Barcelona. No obstante, precisa que los comienzos no fueron fáciles y asegura que los domingos, el día que más se ganaba, hacían una caja de 100 pesetas. Pese a ello, precisa que «en aquellos tiempos ganabas dinero y te cundía; ahora ya no cunde como antes, se trata de sobrevivir».
Una de las primeras decisiones que tomó Juan Isern fue la de cambiarle el nombre a la Panadería Juan Roca, que pasó a llamarse Forn de la Concepció, por la calle en la que se encuentra. Al principio mantuvieron la fabricación de cocas de patata y pan, pero al año contrataron a un pastelero y fueron aumentando la producción.
María recuerda que los inicios fueron muy duros, porque ella estaba en casa con sus tres hijos, pero pasaba por el horno para ayudar y llevaba la contabilidad.
La llegada del pan congelado y las grandes superficies supusieron un varapalo para este negocio familiar.
Afortunadamente, el Forn de la Concepció ha logrado mantener a sus clientes de toda la vida. Algunos incluso vienen de otras zonas de Palma para comprar principalmente pan; su producto estrella es el pan moreno.
La segunda generación ya está al frente del negocio; su yerno, su hijo y su hija han tomado las riendas. Todos ellos siguen las recetas tradicionales.
María se emocionada cuando intenta explicar lo que significa el Forn de la Concepció para ella: «A mí me da la vida». En este sentido, narra que va cada mañana a tomar el café a primera hora; hace 15 años abrieron la cafetería. Además, ofrecen un plato del día y ella misma se encarga de ir a comprar los productos, siempre mallorquines y de buena calidad; su hijo Juan Isern sigue sus recetas y ella le ayuda cuando lo necesita. En este punto, sostiene que la diversificación del negocio es lo que les ha permitido aguantar.
María concluye que el esfuerzo y el trabajo muy duro han tenido su recompensa y Cort los ha distinguido como uno de los establecimientos emblemáticos de la ciudad. La exposición itinerante que ha realizado el Consistorio le gusta mucho, porque los da a conocer un poco más.
9 comentarios
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Cuanto panadero frustrado por aquí, si no os gusta lo que compráis, existen unas hojas de papel muy curiosas que se llaman, atención, hojas de reclamaciones, no os gusta pues la pedís y seguís el procedimiento legal para presentar una queja, no venís a difamar en una noticia y en anónimo, valientes que todos sois muy valientes y muy listos detrás de un teclado. Ala todos a abrir hornos que sabéis mucho de todo.
A lo largo de los años nos han ido introduciendo alimentos de baja calidad, antes a precios muy economicos, una vez introducidos se han dedicado a subirles el precio, hablo de los supermercados y panaderias franquicias, que lo único que hacen es recalentar el pan. Lo peor es que hay jovenes que nunca han conocido lo que es un producto de calidad, eso lo podemos ver en muebles de novopan que nos venden como si fueran de madera buena, herraje de mala calidad que nos encontramos en grandes superficies, etc etc Y mucha gente por desconocimiento lo compra tan feliz. Se esta perdiendo el criterio...
Sobre todo si miramos que después del euro lo único que se ha respetado al cambio al céntimo real son los sueldos. Y que antes un café valía 75 pesetas y ahora vale trescientas.
Molt de lector de marca blanca del Mercadona hi ha, per aquí abaix. El bon menjar tradicional es paga.
És millor pa he tastat mai.
Yo he dejado de comprarlas, las hago, las congelo y cuando me quiero comer una la caliento en el horno 5m. Pagar 3e o mas, es bajo mi punto de vista un robo (por muy buena que este) hace un par de meses (no dire el horno) me compre una por 2.70e, masa enorme y relleno minimo, es un atraco la verdad.
Miguel, mes ten mereixex. Esto te pasa por ir de romantico, la proxima empanada compratela en Mercadona que es lo que hacemos las personas practicas e inteligentes y te saldrá a la mitad de precio. A mi tambien me la pegarón en un horno tradicional uno con muchos años de historia que esta en la puerta de San Antonio,HORNO SAN ANTONIO, especilidad en ensaimadas, me compre una ensaima de sobrasada me la envolvieron me cobraron y cuando llegue a casa y me di cuenta que la ensaimada tenia dos días, llame quejandome y me respondieron que la calentara que reblandeceria. Estos sitios antiguos presumen de que les compra la familia real. ¿Les dan las mismas empanadas y ensaimadas que a ti y a mi?
Un gran negoci i una gran familia. Enhorabona!
" Supongo " que no todos estos hornos " antiguos " son iguales , pero el día de Pascua dando un paseo fuimos a comprar el pan y ademas compramos una empanada de carne y guisantes , no era muy grande mas bien pequeña y nos cobraron 3 euros con cuarenta céntimos , o sea un atraco con alevosía . El horno era " ES FORN DE LA PAU " o sea que cuidado antes hay que pedir el precio .