Los vecinos de las barriadas más próximas al aeropuerto se quejan del ruido de los aviones.

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Los residentes en el Coll d’en Rabassa ya no pueden soportar más el ruido que provocan los aviones y temen que esta temporada turística sea aún peor que las anteriores. «¡Cada 50 sengundos pasa un avión, es brutal!», exclama el presidente de la Associació de Veïns del Coll d’en Rabassa, Joan Forteza. Por ello, la entidad vecinal prepara movilizaciones contra el ruido que genera el tráfico aéreo y a finales de mayo o principios de junio celebrarán una reunión, a la que invitarán a los vecinos de Sant Jordi y Can Pastilla -dos zonas muy afectadas por el ruido de los aviones- y les propondrán que se sumen. Forteza argumenta que el objetivo es que tengan repercusión, ya que los problemas de ruidos cada año son peores y destaca que este ejercicio incluso han comenzado antes por el alargamiento de la temporada turística. Además, subraya que la previsión es que este año vengan aún más turistas y aumentará el tráfico aéreo.

El presidente de la Asocciació de Veïns del Coll reclama a Cort una mayor implicación para defender los intereses y los derechos de los palmesanos. En su opinión, los servicios jurídicos del Consistorio y el departamento de Sanitat deberían actuar de oficio. En este punto, argumenta que el ruido de los aviones «perjudica gravemente la salud» de los residentes en las zonas próximas al aeropuerto. Una prueba de ello es que algunos incluso han presentado denuncias, a las que han aportado partes médicos que certifican los problemas de salud que les genera el ruido.

Forteza reprocha a Cort que asista de «manera contemplativa» a las reuniones que celebran con Aena y en las que la citada entidad vecinal exige la insonorización de un millar más de viviendas. Además, recuerda que encargaron un estudio a una empresa especializada en mediciones que puso de manifiesto que los residentes en el Coll, Sant Jordi y Can Pastilla «soportan niveles de ruido muy superiores a los permitidos por la normativa». El lider vecinal lamenta que Aena no haya hecho caso a este estudio y recrimina que no se invierta el dinero que genera Son Sant Joan en Palma. También piden una oficina en Palma para presentar denuncias.