La movilidad en el sector sanitario público es un problema en todo el país. Las cifras oficiales apuntan que hacen falta unos 2.700 médicos de familia y pediatras en toda España.
Balears no está al margen de este problema de movilidad del personal sanitario, pero los datos que baraja el Servei de Salut reflejan que se han incorporado ocho médicos por cada uno que ha decidido cambiar de destino. En 2017, las distintas gerencias del IB-Salut registraron 803 altas de médicos frente a las 91 bajas voluntarias de profesionales de la medicina que optaron por irse a trabajar a otras comunidades autónomas.
Gerencias
Atenció Primària de Mallorca fue la gerencia con más altas: 224 facultativos empezaron a trabajar el año pasado en los centros de salud de la Isla, y sólo se registraron diez bajas voluntarias. El Àrea de Salut d'Eivissa i Formentera contó con 72 altas y 17 bajas voluntarias, y el Àrea de Salut de Menorca con 28 altas y cinco bajas. Ningún trabajador del 061 se dio de baja de su puesto de trabajo en las Islas, pero el servicio incorporó a nueve médicos.
Por hospitales, Son Espases tuvo 196 incorporaciones de médicos en 2017, frente a 11 bajas voluntarias. Son Llàtzer registró 17 bajas y 73 incorporaciones. El Hospital de Manacor tuvo 17 bajas y 73 altas, y el Hospital Comarcal d'Inca, 32 altas y nueve bajas voluntarias.
El director general del IB-Salut, Juli Fuster, reconoce que, con los datos en la mano, «no se puede hablar de fuga de médicos», sino de una movilidad que es «muy habitual» en el sector sanitario público. «Las cifras demuestran que Balears es un destino atractivo para los profesionales de la Medicina», argumenta el director general, tras lamentar que se haya querido «vender» la imagen de que el personal sanitario no quiere venir a trabajar a las Islas por el decreto de catalán.
«Ningún médico ha abandonado su trabajo en Balears por el catalán, por la simple razón de que no se les exige», puntualizó Fuster, y recordó que con el decreto aprobado por el Govern «el catalán sólo se pedirá a los dos años de trabajar en la sanidad pública y si el profesional quiere promocionar. En caso de que decida no hacerlo, en ningún momento tendrá que acreditar el idioma».
Según Fuster, lo que hace que muchos facultativos opten por elegir las Islas para trabajar es el hecho de que se haya aprobado «una de las carreras profesionales más bien pagadas del país» y el intentar fidelizar a los médicos «ofreciendo contratos largos, mínimo de un año», algo que también se está empezando a poner en práctica en otras comunidades autónomas, porque se ha comprobado que «ofrecer contratos de más larga duración atrae a más profesionales». Fuster explica que en las próximas semanas se hará pública la convocatoria de oposiciones para el personal facultativo de distintas categorías profesionales.
29 comentarios
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Y se creen que nos toman el pelo....
MENTIRA AL CUADRADOOOOOOOO
Pero,les han dicho que no tienen que amontonarse en la sala de espera.
nooooo...aixó no preocupa als bòns professionals.....les beneitures s, han acabat.
Entonces debe haber más médicos que enfermos... Venga ya!
De verdad???? Enserio, no puede ser!! Y tenéis la poca vergonya de publicar esto?? Vamos, no se lo cree nadie!! Yo mismo espero consulta de un trauma hace 3 meses! Y eso que tengo preferente... No es culpa del català no, és culpa de los guiris, que con sus coches atascan las carreteras y los médicos se cansan de los atascos! no sé com teniu sa cara de publicar això, que els se s’ho creguin pobrets d’ells, que no es possin malalts!
anda ya...!!!
Si claro! En Ibiza ahora hay ocho neuropediatras. Nos toman por imbéciles.
La prueba oral era el último examen al que se enfrentaba un reducido grupo de aspirantes que habían superado el temido examen escrito. De estos 114 inscritos, 82 suspendieron. Eso supone que sólo tenían opciones de hacer el oral 32 personas. De ellas, han quedado 22 aptas y diez han caído. Tenían que conseguir más de 72 puntos (un notable) para ser apto. Lo peor, apuntan los aspirantes, es que seis personas de las 82 que han sido excluidas, suspendieron por culpa de la última fase, pese a tener el resto de las pruebas aprobadas. «El problema es que exigen un notable, algo que no ocurre en otros exámenes donde es suficiente con un cinco», se queja Bàrbara, que cayó en el examen escrito y no ha podido siquiera ir al oral para que le hagan nota media. «Pretenden que nos saquemos el B2, que es un nivel avanzado y dificilísimo, con un cursillo de tres meses y eso es imposible», recalca esta mallorquina, hija de mallorquines y cuya lengua materna es el mallorquín.
queda demostrat que el català no asusta a ningú!