Richard querían abrir una tienda pequeña y una amiga le dijo que cerraban el horno de Sant Elies y apuntó que era una pena que se perdieron las especialidades de este establecimiento. Entonces se puso en contacto con el propietario del establecimiento, que le dio las llaves para que comenzase a trabajar e incluso le entregó las recetas. «Don Damián me lo puso muy fácil», confiesa. Gracias a esto asegura que «los clientes casi no han notado el cambio». Aunque al principio hubo reticencias, con el tiempo sus clientes han podido comprobar que el pan, los cremadillos, las ensaimadas, etc. continúan siendo los de siempre. Como anécdota cuenta que un día cambió de lugar una nevera y un cliente se lo reprochó. Entonces decidió no tocar nada, para poner de manifiesto que, pese al cambio de propietario, todo sigue igual en el horno de Sant Elies. Además, destaca que es uno de los pocos hornos de Palma que siempre ha elaborado ‘llonguets'; aunque ahora están de moda y son muy demandados, no siempre ha sido así.
Richard recuerda que al poco tiempo de coger las riendas del negocio comenzaron a abrir hornos en la calle Oms, muy próxima al horno de Sant Elies y mucho más visible; esto supuso una dura competencia que pudo superar. Cabe precisar que el horno de Sant Elies no tenía ni cartel en la puerta. Richard decidió colgar uno, pero se cayó y optó por no volver a ponerlo más. Sin embargo, esto no es un impedimento para ser uno de los establecimientos emblemáticos de Ciutat, ya que la calidad de sus productos los ha hecho merecedores de una clientela fija, que no necesita carteles que los atraigan.
Aunque sus clientes son principalmente residentes en la zona y personas que trabajan en las inmediaciones, también hay algunos turistas que pasan por allí y se sienten atraídos por el horno, que fotografían.
Este uruguayo vivió muchos años en Argentina, donde también se dedicaba a la panadería. El ‘corralito' lo obligó a marcharse y eligió Palma, que le recuerda mucho a su pequeño pueblo de la costa de Uruguay. Esto le permite tener un trato muy personal con sus clientes, que lo llaman por su nombre y hacen tertulias. «Estar toda la noche trabajando vale la pena para que los clientes se puedan llevar el pan caliente», concluye.
14 comentarios
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Pues yo soy vecina de esta panadería y amiga personal de ellos, Richard, que así se llama el panadero y Nadia, su hija que es la que atiende al público, son tan encantadores como trabajadores y buena gente. Es normal que todo les salga buenísimo, de lo cual doy fe, porque lo hacen todo con el cariño que les caracteriza. Si me pidieráis una recomendación me pondríais en un compromiso porque no podría decir tan solo una cosa, son taaaaantas: cremadillos de crema, pan de centeno, ensaimadas, croissants integrales, cocarrois integrales y normales, empanadas de sepia, de carne, de pescado, llonguets, etc, etc. etc..... En fin, lo mejor es que os acerqueis y probéis lo que os ofrecen porque os dareis cuenta de que no os he mentido en nada.
El antiguo dueño se llamaba Damián Ramis Poquet, natural de Muro, excelente persona y muy buen amigo mío. Desgraciadamente falleció hace unos años.
Las mejores empanadas de carne de la zona, sin lugar a dudas...
Los mallorquines no sabían qué eran las almendras hasta que se lo dijo un foraster.
Desde hace muchos años voy a forn d san elies conocí los anteriores dueños, trabajaban genial y este señor no tiene nada que envidiarles , comida riquisma y el trato estupendo, casi cada día voy a por merienda o desayuno
Una senyora argentina me comentava que les ensaïmades, panades, cocarrois, etc.no eren una novetat per ella, ja que a la seva terra s'en feien i tenien molt d'exit, gràcies a forners mallorquins, que havien emigrat alla. I qui diu Argentina, diu Uruguay.
Pues le agradezco que mantenga viva la tradición mallorquina, sea de dónde sea.
Puedo prometer y prometo que los productos de este Forn son de excelente calidad y el trato de los proipietarios es algo fuera de lo común. Yo vivo fuera de Palma y cuando llego en el tren, voy directamente a este Forn y consumo algo de lo que tienen y todo, repito, es de excelente calidad. Tambien a mí, en su momento, me extrañó lo de la nacionalidad de estos señores y me dí cuenta que exiasten personas que son capaces de hacer cosas que parecen muy dificiles y con trabajo lo hacen. Enhoirabuena Richard y señora.
¡Son muy buenas personas y hacen muy bien su trabajo! mi mujer y mis hijas solo quieren que vaya allí a comprar el pan moreno. Y de vez en cuando, en el despacho hacemos un parón y nos vamos a comprar llonguets de Sant Elies. Igual y quedan por aquí, supremacistas como el presidente de Tractoria -el Torra-, que no le compran una ensaimada a un no mallorquín.
Els millors cocarrois de Ciutat amb diferència!!!