La primera edición de los premios Connect’Up reconoce la excelencia de los proyectos VEnvirotech, Travelinho y Three for Fest. | Ricard Peitx

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El futuro ya está aquí, su ADN es mallorquín y está liderado por dos mujeres: Noelia Márquez y Patricia Aymà. Ellas se llevaron ayer por la tarde el primer premio Emprendedor de Connect?Up y las responsables de VEnvirotech, un proyecto que convierte los residuos en bioplásticos gracias a bacterias que además purifican el agua. Todo esto con plantas transformadoras portátiles que son capaces de convertir un kilo de residuos en 23 gramos de plástico compatible incluso con el cuerpo humano. Sus aplicaciones prometen ser revolucionarias y este proyecto es además es uno de los veinte finalistas del concurso nacional de innovación de Repsol.

Foto de familia de organizadores, patrocinadores, entidades colaboradoras y ganadores tras recibir sus premios, en la sede de CaixaFòrum en Palma .

El segundo y tercer premio de la categoría Emprendedor recayeron en proyectos travel tech? (tecnología turística), y fue para el menorquín Joan Montoya, un ingeniero que con Travelinho ha lanzado un buscador que crea viajes combinados de avión, barco y autobús.

El tercer premio fue para Three for Fest, de Juan Navalón y Fermín Dorado, que proponen una plataforma que crea paquetes turísticos combinados especializados en festivales musicales, sumando alojamientos, aviones, alquiler de coche e incluso entradas a parques temáticos. Y todo esto en sólo tres minutos. Los ganadores en la categoría Intraempredendores son La mano lectora, mientras que en FP/Bachillerato el premio fue para Jóvenes Comunicadores del Futuro.

La entrega de premios corrió a cargo de Carmen Serra, presidenta del Grup Serra, organizador del proyecto Connect?Up; y María Alsina, directora territoral de Balears de Caixabank, entidad patrocinadora. También entregó los galardones Josep Lluís Pons, director general d?Innovació i Recerca del Govern balear.

Ante el jurado

Pero antes los veinte finalistas de Connect?Up debieron someterse a un elevator pitch, que en la práctica supone presentar en sólo tres minutos su proyecto ante los inversores y jurado que había entre el público. Tres semanas de intensiva formación, a cargo de la experta en comunicación Xesca Vidal, pusieron a prueba los nervios y la capacidad de oratoria de los emprendedores. Tres semanas en las que también pasaron por Fundació Bit, donde afinaron sus planes de negocio para fulminar sus puntos débiles, potenciar los fuertes y garantizar el éxito de sus proyectos.

Desde cosméticos a base de tap de cortí como las de Sublime Oils, pasando por plataformas que empoderan a mujeres emprendedoras. como Merakiu o apps que mecanizan el trabajo de negocios en plena naturaleza, como Tiqueteros. Y un animal escénico a prueba de cámaras fue Manuel Granero, de Cut&Go, que no dudó en surfear mientras vendía las bondades de su project factory.

Todos los participantes destacaron la valiosa formación adquirida estas semanas y el grupo de emprendedores que se ha formado y que ha servido para dar alas a sus negocios y crear nuevas alianzas de cara al futuro.

8.000 euros para las ganadoras

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La propuesta VEnvirotech, a cargo de Noelia Márquez y Patricia Aymà se llevó este jueves el primer premio de la categoría Emprendedor. El ganador de la categoría Emprendedor se lleva un premio de 8.000 euros en metálico. Además, dispondrán de asesoría laboral, fiscal y contable durante un año por parte de Salomó&Bonet-Godó. Otras de las recompensas será la posibilidad de disponer de material de oficina de Rotger Cash & Carry, con un límite de 1.000 euros y a largo de un año.

El segundo premio fue para Travelinho de Joan Montoya por su apuesta por la tecnología más puntera, mientras que el tercer premio ha recaído en Three for Fest, de Juan Navalón y Fermín Dorado, que en un principio habían quedado como reservas pero lograron una plaza en la final. Los tres primeros premios disfrutarán de la matrícula en postgrado universitario de la UIB, derechos de matrícula de CESAG y la matrícula para cursos de la CAEB. La Fundació Impulsa, por su parte, realizará un estudio comparativo con el sector.

Durante los próximos días se sabrá qué finalistas serán premiados con diferentes estancias en coworking e incubadoras de un año de duración en IFOC-Calvià y de tres meses cada uno en Wohaby, Fàbrica Ramis, Parc Bit, PalmaActiva, Nidus 39 y Artik. También se otorgará un estudio de viabilidad de desarrollo de producto tecnológico (hardware), por parte de Robot.

Para la mejor idea de negocio tecnológico, la validación de mercado por parte de Customia. Para un proyecto turístico de base tecnológica, aún por decidir, se le ofrecerá un fast-track para aceleración de negocio por parte de Conector Travel Tech.

Todos los finalistas disfrutarán además de un viaje a la Ruta Tech de CaixaBank, en Barcelona, donde conocerán las apuestas tecnológicas más innovadoras de la entidad financiera. Además, la suscripción de un año a los diarios de Grup Serra y a Kiosko Digital.

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Matrícula en la UIB

El primer premio de la categoría Intraemprendedor se lleva un viaje al Caribe para dos personas, además de la suscripción de un año a los diarios de Grup Serra y a Kiosko Digital.

En la categoría FP/Bachillerato, todo el equipo ganador se lleva la matrícula de grado universitario en la UIB, un ordenador personal cedido por IFOC y la suscripción durante un año a la prensa del Grup Serra y Kiosko Digital.

Carlos Trenchs, director de Empresas Tecnológicas e Inversiones de CaixaBank

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«La economía de la innovación la están construyendo principalmente las nuevas empresas (startups), que mediante el uso de la tecnología están repensando el funcionamiento de diferentes sectores y actividades», señaló ayer Carlos Trenchs, director de empresas Tecnológicas e Inversiones de CaixaBank. Las apuesta de la entidad por la innovación se cristaliza en proyectos como DayOne, «un centro especializado dedicado a ofrecer asesoramiento en el desarrollo del plan de crecimiento de las startups, acompañarlas en el proceso y ofrecerles herramientas que les permitan conseguir sus objetivos».

Además de productos y servicios financieros, «es necesario trasladar buenas prácticas y contactos adecuados a las personas y empresas en cada etapa. Para CaixaBank estar cerca de este colectivo es estratégico. Nos sirve para entender mejor hacia donde se dirige el mundo y a innovar de forma constante, creando nuevos productos adaptados a estas necesidades digitales y globales». Trenchs también ofreció consejos a los nuevos emprendedores, como los finalistas de Connect?Up reunidos ayer: «Mi consejo es que, especialmente en las fases iniciales del proyecto, se focalicen en el encaje de la propuesta de valor en el mercado». El responsable de Empresas Tecnológicas de CaixaBank advirtió que «al final son los clientes quienes validan si una nueva idea o producto va a tener éxito y escala. Hay que escoger bien al equipo inicial».

Samuel Sánchez, Smart-nano-devices

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Investigador del Instituto de Bioingeniería de Catalunya y líder del grupo Smart-nano-devices, Samuel Sánchez es un referente en la investigacion y el desarrollo de España. «Hacemos nano-robots para su aplicación en la biomedicina y el medioambiente», resume a grandes rasgos Sánchez, que lidera un grupo de investigación de veinte personas en Barcelona. Las aplicaciones de este revolucionario proyecto parecen sacadas del argumento de una película de ciencia ficción: «Los nano-robots son pequeños submarinos de escala nanoscópica autopropulsados que pueden transportar fármacos, penetrar en las células y tejidos o limpiar agua contaminada».

Smart-nano-devices tiene una trayectoria internacional. Tal y como señala este investigador, «ha sido todo un viaje como en la película Un viaje alucinante». En su charla puso también de relieve el duro camino que supone la innovación con un grupo de investigación multidisciplinar e internacional, que «también tiene que enfrentarse a un buen número de frustraciones». «Hemos podido crecer a persona por mes durante dos años. Hay interés por parte de inversores privados, pero en EEUU es más rápido y fácil. En España está cambiando el chip». El futuro está cercano: «En 10 ó 15 años se aplicarán las investigaciones de los nano-robots, pero hay que superar las regulaciones éticas y de inversión. En cambio, las regulaciones medioambientales tiene un plazo más corto».

Carlos Blanco, fundador de Conector Startup Acelerator

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Es el fundador de Conector Startup Acelerator, el principal inversor de startups de España, con casi 90 en su haber. Conector ha elegido Mallorca para el desembarco de Conector Travel Tech, especializado en turismo, que después de verano se pondrá en marcha. Esta división ya ha cerrado los acuerdos con dos partners (socios), grandes compañías turísticas de Balears. «Mallorca es uno de los sitios con más potencial», dice este experto ojeador de negocios con posibilidades de éxito.

Blanco reveló ayer ante los asistentes las peculiaridades del ecosistema de las start ups, claves del éxito de negocios digitales. Podría decirse que «las startups hablan en chino y las grandes compañías turísticas, en alemán. Las aceleradoras corporativas realizan la intermediación entre startups y compañías para que se entiendan. Somos un apoyo, no el enemigo». En los equipos directivos turísticos «empiezan a ser sensibles con el tema. Un ejemplo de esta colaboración entre compañía turística y startup es conseguir trabajar sin utilizar Booking diversificando canales de captación de comercialización» de las cadenas.

Yannick Kiwik, CEO de Fuckup Nights

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El fracaso como método para llegar al triunfo empresarial. Este es el discurso que exhibe Yannick Kiwik, CEO de Fuckup Nights, que organiza encuentros de emprendedores que se reúnen para contar sus mayores descalabros con sentido del humor y con ánimo constructivo. Lo que empezó hace cinco años como un encuentro clandestino en Ciudad de México ahora organiza encuentros mensuales en 250 ciudades de 80 países.

De hecho, Kiwik está al frente del Failure Institute (el Instituto del Fracaso) y exhibe con orgullo las derrotas en el mundo de los negocios: «Del fracaso empresarial se puede aprender y además puede convertirse en innovación», explica el divulgador. Y es que el 90 por ciento de las startups fracasa, según las cifras que maneja Kiwik y desgranó términos como pivot, donde un proyecto que no ha ido bien se transforma sin tirar el trabajo anterior. O la resiliencia, «la capacidad de levantarse tras caer. Hay que asumir el fracaso cuando empiezas un proyecto».