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El Govern ha destacado este viernes que Baleares se mantiene como la segunda comunidad que más aporta a la financiación del Estado, y la décima en cuanto a recursos recibidos según la liquidación del Sistema de Financiación Autonómica de 2016.

Según ha informado en un comunicado la Conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas, las Islas se encuentran así únicamente por o detrás de Madrid, durante el año 2016. No obstante, su posición cae hasta la décima plaza en función de la cantidad de recursos obtenidos del Estado a través del Sistema de Financiación Autonómica en vigor, apunta al Govern basándose en la liquidación definitiva del sistema de financiación del año 2016 comunicada recientemente por el Ministerio de Hacienda.

Según esta liquidación definitiva del SFA de 2016, Baleares recibió 2.574,5 millones de euros por los recursos del sistema de financiación autonómica sujetos a liquidación, lo que supone 16,27 millones de euros más que los presupuestados inicialmente.

La diferencia se debe a que los anticipos a cuenta del sistema de financiación autonómica fueron por valor de 1.797,2 millones (17,5 millones de euros superiores a lo previsto inicialmente) y la liquidación del ejercicio 2016 llegó a 777,3 millones de euros (1,24 millones de euros menos que el importe previsto y comunicado en julio de 2017).

Esta cifra global de 2.574,5 millones, comparada con la cifra de liquidación del sistema del año anterior (2015) supone 161 millones más, un 6,67% de incremento, que el total recibido en concepto de recursos del sistema de financiación autonómica sujetos a liquidación en 2017, que fueron 2.414,61 millones de euros.

En términos homogéneos, cada ciudadano de las Islas aportó en 2016 2.805,7 euros a la Hacienda del Estado, mientras que de vuelta el Estado envió a cada ciudadano balear 2.396,1 euros vía recursos del SFA.

Según los datos globales relativos a 2016 (en términos normativos y competencias homogéneas entre comunidades), Baleares fue, como en 2015, la segunda comunidad en términos de capacidad tributaria per cápita (por detrás de Madrid y por delante de Cataluña), con un índice de 124,68 sobre la media de base 100. Por el contrario, ocupó la 10ª posición en recursos recibidos, con un índice de 98,24 sobre la media (Cantabria, la Rioja y Extremadura son las tres comunidades que recibieron más recursos del SFA en 2016).

El saldo recursos menos aportaciones volvió a ser negativo, por un importe de 453,5 millones de euros, lo que se traduce en que cada residente de Baleares recibió 409,56 euros menos de lo que aportó al sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común.

Según la consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, los datos de la liquidación del SFA de 2016 confirman que «la financiación autonómica necesita un cambio urgente. Año tras año vemos cómo los defectos del sistema se repiten castigando a las comunidades que más recursos aportamos, como es el caso de Baleares; estos defectos se podrían paliar si se aplicara el principio de ordinalidad que el Govern reclama hace años».

Según explica, en caso de actuar en el reparto de la financiación autonómica, el principio de ordinalidad impediría cambios de posición relativa entre las comunidades clasificadas según su capacidad tributaria, una vez aplicadas las variables del sistema. Por lo tanto, si Baleares figura como la segunda comunidad de todo el Estado en términos de capacidad fiscal, y por lo tanto, de aportación de recursos al sistema, tendría que ser también la segunda en términos de recepción de recursos financieros vía SFA.

Cladera ha destacado que «a pesar de que las cifras absolutas de recursos suben sobre las del año 2015, todavía sube más la capacidad tributaria de Baleares», lo que provoca que la brecha entre lo que aportan los ciudadanos del archipiélago balear al Estado y lo que reciben, se haga más grande. «La desigualdad entre aportación y recursos recibidos es mayor y esto sólo confirma que el sistema de financiación no funciona de manera adecuada, es injusto para Baleares, caduco, y debe ser renovado ya. Una 'patata caliente' sin resolver que ha dejado el exministro Montoro».