Existen dos posiciones claramente enfrentadas y, entre ellas, una larga retahíla de matices. | Redacción Ibiza

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Los usuarios de Ultima Hora han hablado: el turismo en Mallorca es un valor reconocido y a tener en cuenta, un bien valorado que merece ser protegido, aunque las personas que lo practican deben respetar y valorar la tierra y las gentes que los acogen. Cuando esta premisa no se cumple empiezan a surgir los problemas.

Este lunes planteamos una cuestión simple y directa: ¿molestan los turistas? Nuestros compañeros salieron a la calle y recogieron varias opiniones de los ciudadanos. Inmediatamente este se convirtió en uno de los temas de actualidad que más debate suscitaron, tanto en la propia publicación de la información como en las redes sociales.

De inicio existen dos posiciones muy claras y confrontadas. De una parte se encuentran los que ven en el turismo la gallina de los huevos de oro, que hay que preservar a toda costa.

Sin embargo, otros -cabe apuntar que los menos- ven en el turismo, especialmente el que tenemos en determinados rincones de Mallorca, un mal endémico que debe combatirse.

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Más allá de estas dos actitudes existen matices, y la inmensa mayoría de opiniones apuntan a que el turista, per se, no molesta. Lo que molesta es algún comportamiento o actitud incívica y reprobable de la que, por otra parte, tenemos demasiados ejemplos, casi a diario y en multitud de localizaciones.

Está claro que multiplicar la presión humana en pocas semanas en un territorio limitado como Mallorca provoca problemas. Soportar largas colas de camino a casa no resulta agradable, y menos si, como en estos días pasados, el calor es asfixiante.

Algunas inclemencias como la saturación y la masificación están a la orden del día, y los usuarios hicieron hincapié en ello.

En todo caso, la mayoría de los comentaristas apelan al necesario sentido común que precisa de respetar para ser respetado.