Imagen de dentro del avión, mientras los pasajeros esperaban para despegar. | Redacción Digital

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El viaje de vuelta a Mallorca de unos niños de una escuela de Es Molinar se alargó más de lo que esperaban. Los alumnos, de sexto de primaria, regresaban este viernes de Barcelona, tras disfrutar de su viaje de estudios. Estaba previsto que el vuelo, con la compañía Vueling, saliese a las 21.20 horas de la noche, pero el despegue no se produjo hasta tres horas más tarde.

Los 36 alumnos del centro de Es Molinar coincidieron, además, con un grupo de estudiantes de una escuela de Pollença que también volvía de viaje de estudios. El embarque, tal y como relata uno de los profesores, ya se produjo media hora más tarde de lo previsto, sobre las 22.00 horas.

Una vez dentro del avión, el comandante pidió a los pasajeros que cambiasen sus asientos ya que había que «equilibrar el peso del avión». Por lo tanto, un grupo de veinte niños tuvo que pasar a las butacas situadas en la parte delantera, mientras que otro grupo de veinte personas tuvo que trasladarse a los asientos traseros. Un trámite que se prolongó durante 45 minutos más.

Cuando ya todos los pasajeros estaban reubicados, el personal del avión comenzó a repartir botellas de agua. Aunque los viajeros pensaban que ya iban a despegar, la salida se produjo casi hora y media más tarde, sobre las 00.15 horas de este sábado. Además, tal y como explica el docente, no se les dio «ninguna explicación por el retraso».

El centro educativo se plantea presentar una reclamación a la compañía aérea por las molestias ocasionadas.