La parroquia de La Real se llenó con ocasión del funeral. En el tramo final de la eucaristía, Josep Amengual se dirigió al auditorio y explicó que había visitado varias veces a Vallespir en el hospital. Confesó que una vez, hace unos meses, le dijo: «De lo que se ha dicho, nada de nada. Cuando los niños se añoraban de casa, les daba un beso y les hacía una caricia, pero nada más. Nada de nada». Amengual añadió que quedó «muy impresionado» y que «uno que se muere no juega, no hace espectáculo delante de las personas». A continuación hizo una apelación a la presunción de inocencia y señalo que Vallespir «jamás fue condenado firmemente», que Roma no había ratificado la sentencia del Tribunal Eclesiástico de Mallorca que lo declaró culpable de pederastia y le prohibió ejercer el sacerdocio en público.
Amengual acabó su discurso hablando en nombre de Vallespir y su familia: «En casa nos han enseñado a perdonar, y como cristianos tenemos que decir que perdonamos de todo corazón a todas las personas que nos han hecho sufrir». Dijo que los cuatro hermanos (Vallespir, su hermano y sus dos hermanas) así lo habían decidido. Por último, dijo que los Misioneros de los Sagrados Corazones se unían al dolor de la familia y que «queremos ser reconciliados». La mayoría de asistentes aplaudió, pero no todos.
Única referencia
Estas fueron las únicas palabras del funeral en que se hizo referencia a la acusación de abusos a blauets que pesaba sobre Vallespir. La Justicia también investigó los hechos, pero no llegó a dictar sentencia porque el presunto delito ya habría prescrito.
El superior general de los Misioneros, Emilio Velasco, presidió la eucaristía, que concelebró junto a una decena de presbíteros. Entre los asistentes había trabajadores del santuario de Lluc, personal de la Escolanía y algunos exblauets. La iglesia de Alcúdia acogerá el viernes otro funeral para Vallespir.
12 comentarios
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Bueno.......Dios lo sabe. Si lo ve.
El corporativismo clerical es una auténtica vergüenza !! Ninguno de ellos representa a Dios ni a Cristo !!
Ahora le ha llegado el juicio verdadero; sin embargo no nos darán la sentencia.
No habrá perdón para aquellos que tomaron la inocencia de los niños, nunca, ni para aquellos aquí que intentan justificarlo. La Iglesia Católica está podrida hasta la médula.
El mundo al revés...
Las religiones son el cáncer de la humanidad...
Que vergüenza por parte dels Sagrats Cors. La Comunidad de Coritos debería pedir perdón a las víctimas por no detectar los abusos. No fué una denuncia, sinó varias y de épocas diferentes. Y hubo una investigación por parte del obispado y se le destituyó, lo que pasa es que había prescrito. La segunda denuncia por corromper a unos menores a los que facilitaba alcohol y pornografía seguía en pie. Tolerancia cero al abuso a menores!
Los niños no perdonan.
Se arrepentirán también los que han hecho falsas acusaciones sin pruebas? Sólo según quien se ha creído esta marea del acusaciones son pruebas, hechas al cabo de decenas de años, con el único fin de desprestigiar a la iglesia.
Enterramos nuestros pecados, lavamos nuestras conciencias...