Los empresarios de las Islas están diversificando al máximo todos sus canales de ventas y comercialización en los mercados emisores, para así no depender de los criterios empresariales que les marcan los touroperadores del Reino Unido y Alemania, principalmente. | Juan Luis Ruiz Collado

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En los últimos cinco meses han quebrado cuatro touroperadores, tres de ellos alemanes y uno británico, y la segunda aerolínea francesa Aigle Azur ha cesado en sus operaciones. La causa de esta proliferación de problemas financieros viene motivada por la caída de ingresos, situación que preocupa de manera especial a los hoteleros de Mallorca y resto de islas por el impacto negativo que ello supone para su cuenta de resultados y volumen de negocio.

Las dificultades económicas por las que atraviesan todos los touroperadores extranjeros, que tienen en Thomas Cook su máxima expresión al contabilizar una deuda global que supera los mil millones de euros, está teniendo ya sus efectos negativos. Los consejos de administración de los grupos turísticos The Holiday Place, Galavital, Wave Reisen y H & H Touristik adoptaron la decisión drástica, entre abril y agosto, de declararse en quiebra por no poder hacer frente a los pagos.

Lo mismo le sucedió a la aerolínea francesa Aigle Azur, que a principios de septiembre, ante la caída de ventas y la acumulación de pérdidas, optó por declararse en concurso de acreedores y cesar, de forma temporal, sus operaciones.

La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) contempla esta situación con alarma porque «se ha entrado en una dinámica muy peligrosa que, a tenor de lo que está pasando, parece que es el principio de algo todavía más grave».

La vicepresidenta ejecutiva de la FEHM, María José Aguiló, afirma: «No todas las empresas han sabido adaptarse a los cambios que experimenta la actividad turística y a los nuevos hábitos de los consumidores. Esta suma de circunstancias es lo que ha provocado la quiebra de touroperadores y aerolíneas».

Aguiló añade que esta coyuntura adversa, que afecta directa e indirectamente a los hoteleros de las Islas, «conforma que se hace complicado subsistir a las empresas de cierto tamaño y que no cuentan con suficiente respaldo financiero».

Los hoteleros de las Islas están en estos momentos haciendo balance de los cupos de turistas afectados, pero al quedar cubiertos por la DRV y ABTA «los problemas quedan minimizados, pero nos avisa de que la situación está muy complicada».