Imagen de Son Espases donde ASIA realiza reuniones bimensuales de pacientes. | Cati Cladera - EFE

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La incontinencia anal (también conocida como incontinencia fecal) es la incapacidad para controlar las evacuaciones intestinales. Provocando así la filtración inesperada de gases o heces. La incontinencia anal afecta a más de un 12% de la población general, incrementando el porcentaje hasta un 17% en personas mayores. Sin embargo, mucha gente la sufre en silencio.

La incontinencia anal continua siendo un tabú a nivel social. La vergüenza y el miedo al rechazo social provoca que muchos pacientes sean reticentes a consultar el problema con un profesional. La incontinencia anal tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los que la sufren. Provocando limitaciones tanto a nivel laboral, social y sexual.

Síntomas

Son muy variados y varían desde una pérdida ocasional de heces cuando hay un escape de gases hasta una total incapacidad de control del esfínter anal.

Causas

Las causas de la incontinencia anal también son muy variadas. Entre las causas más comunes se incluyen:

  • Lesiones relacionadas con el parto: se trata de la causa más común. Es resultado de un desgarro en los músculos anales durante el parto. Algunas de estas lesiones se pueden detectar después del parto pero otras pueden tardar años en aparecer.
  • Trauma a los músculos anales: las operaciones anales o lesiones traumáticas en los tejidos cercanos a la región anal pueden provocar daños en los músculos anales.
  • Disminución de la fuerza muscular anal debido a la edad: hay personas que pierden progresivamente la fuerza muscular anal a medida que se hacen mayores.
  • Enfermedades neurológicas: un accidente cerebrovascular, una lesión de la médula o la demencia avanzada puede causar un incapacidad de control de los músculos anales.
  • Estreñimiento, hemorroides o diarrea: estas afecciones también pueden ser causantes de pérdidas de control. Especialmente cuando se sufren de forma crónica.
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¿Tiene tratamiento la incontinencia anal?

Sí. Existen diversas opciones de tratamiento, tanto a nivel quirúrgico como no quirúrgico. La primera recomendación es acudir al médico de cabecera, que nos destinará a un especialista. El cirujano de colón, que son expertos en el tratamiento quirúrgico y no quirúrgico de las enfermedades del colon, recto y ano, ayudara discutirá los diferentes métodos de tratamiento y ayudará a decidir que enfoque es mejor para cada paciente.

Entre las opciones no quirúrgicas destacan: cambios en la dieta, medicamentos, ejercicios de fortalecimiento muscular o biorretroalimentación, que es un tipo de terapia física que ayuda a los pacientes a detectar cuando las heces están listas para ser evacuadas.

Entre las opciones quirúrgicas: reparación del músculo quirúrgica, estimulación de los nervios, inyección de agente acumulador, colostomía quirúrgica o la implantación de un electromodulador.

Asociación para la Incontinencia Anal

ASIA es una asociación sin ánimo de lucro, que quiere dar a conocer cómo se puede mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la incontinencia anal. En Mallorca realizan reuniones bimensuales de pacientes para que puedan poner sus problemas en común y hacer una especie de terapia de grupo que les resulta liberadora.