La consellera de Agricultura, Pesca y Alimientaciónn, Mae de la Concha, en las jornadas en Córcega sobre la 'Xylella fastidiosa'. | CAIB

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La segunda conferencia científica sobre «Xylella fastidiosa», una bacteria que afecta a plantas en España, Córcega (Francia) y sur de Italia, principalmente, cerró este miércoles sus puertas en la capital corsa, Ajaccio, esperanzada en las soluciones en las que trabajan los especialistas.

Tras un primer encuentro en Mallorca hace dos años, la conferencia volvió a reunir a un centenar de científicos de distintos países que trabajan en esta peste que obstruye el flujo de savia bruta de árboles como el olivo o, en el caso de la zona del Levante y Baleares, en España, el almendro, entre otras.

«Todo el territorio de la Unión Europea está en peligro por la 'Xylella fastidiosa' y cuanto más trabaje en equipo la comunidad científica más rápido encontraremos soluciones a esta plaga», dijo al cierre del encuentro Claude Bragard, presidente del panel de sanidad vegetal de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).

El presidente de la EFSA, organizadora del evento, insistió también en no mantener la ciencia «en una torre de marfil» sino compartir el conocimiento colectivo.

De ahí que en el encuentro estuviesen presentes algunos de los agricultores que se han visto afectados por esta bacteria, detectada por primera vez en 2013 en Italia. «Como pasa en las enfermedades humanas, la bacteria se transmite por vectores con insectos que se alimentan de bacterias enfermas que transmiten a plantas sanas. Estos insectos, prácticamente desconocidos, están siendo ahora caracterizados por especies para ver qué ecosistemas les son más o menos favorables», explicó a Efe Antonio Vincent, del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y miembro del panel de sanidad vegetal de la EFSA.

De momento, no hay una cura terapéutica pues si la planta está infectada no hay tratamiento posible. El trabajo de los científicos busca por tanto establecer medidas de control para evitar el contagio con prácticas que van desde la reducción de las poblaciones del vector con tratamientos químicos, como anti insecticidas, hasta la gestión de la cubierta vegetal. «Eliminando la cubierta vegetal de las parcelas en primavera se eliminan todos los estadios juveniles del insecto», ejemplifica Vincent.

La vía de estudio de los proyectos científicos para el futuro es el aumento de la resistencia vegetal, experimento que ya ha dado resultado en algunas variedades de olivo, para que aunque estén afectados por la bacteria no lleguen a expresar síntomas de la enfermedad y mantengan una producción comercial normal.

Vincent explicó que el posible origen de la «Xylella fastidiosa» se encuentra en el contagio de plantas de café de uso ornamental, procedentes de Costa Rica, en las que la bacteria no manifiesta síntomas pero que pudieron entrar en contacto con olivos y producir la epidemia, pero también el contacto con plantas importadas de América.