Ramón Vidal resalta el impacto económico del turismo de congresos en todos los sectores productivos. | Jaume Morey

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Ramón Vidal (A Coruña, 1966) estudió la carrera de Administración Hotelera en la Universidad de Madrid y tiene un máster en Dirección General en la Cornell University (New York). Desde febrero de 2017 es el director general del complejo Palacio de Congresos de Palma y del Meliá Palma Bay, que gestiona Meliá, y en octubre de 2018 fue nombrado presidente del Mallorca Convention Bureau. Su gestión en el Palacio de Congresos es ejemplar, tanto es así que acaba de recibir el máximo galardón en el sector MICE en España (reuniones, incentivos, congresos y exposiciones), el Award of Excellence del Spain DMCS 2019, que le fue entregado hace una semana en la feria IBTM de Barcelona.

¿Qué ha supuesto el Palacio de Congresos en el sector MICE?

—Desde su apertura, en 2017, se ha convertido en la palanca que necesitaba el destino para poner en valor Palma como centro de reuniones, incentivos, congresos y exposiciones. Palma se ha abierto a los grandes eventos y todo ello gracias a contar con una infraestructura modélica que despierta el máximo interés a nivel internacional.

¿Nos hemos posicionado ya a nivel mundial?

—En la feria IBTM de Barcelona hemos constatado el interés por Mallorca. Los congresos realizados en Palma desde 2017 se han convertido en la mejor promoción de la ciudad como destino MICE en Europa. Tanto es así que representantes del mercado de Estados Unidos, Francia e Italia ya nos quieren colocar en sus distribuciones de eventos. En lo que concierne a Alemania y Reino Unido, podemos decir que son mercados consolidados.

¿Cómo están reaccionando los sectores productivos de Mallorca?

—Se ha producido como una especie de efecto ola, de ahí que muchas empresas están apostando por la organización de todo tipo de eventos por el impacto económico que tienen. Aquí, hay que sumar nuevos espacios de reuniones y eventos en Inca, Calvià o Pollença. Hay un efecto multiplicador que beneficia a toda Mallorca porque se está comprobando que hay una demanda que va a más.

¿Cómo ha evolucionado el Mallorca Convention Bureau?

—Este organismo suma récords de empresas, ya estamos por 120, y se aprecia que el Palacio de Congresos de Palma tiene repercusiones en todos los ámbitos a nivel positivo por la generación de riqueza que se ha creado.

¿Qué actitud han adoptado las administraciones locales?

—Es digna de resaltar la apuesta de las administraciones, tanto el Govern como el Consell y el Ajuntament, por el segmento MICE. Se está construyendo una estrategia en común de marca y cada parte actúa para que ello fructifique. Esto aporta confianza al sector empresarial y, por vez primera, hay un trabajo coordinado de destino. Los compradores perciben que estamos preparados para recibir este tipo de turismo los doce meses del año. Podemos decir que, a corto plazo, con el turismo de congresos vamos a dejar de hablar de estacionalidad en la Isla a medida que vaya creciendo el MICE. Estoy muy seguro de ello.

¿Aprecia que ha cambiado la percepción con el Palacio de Congresos a nivel político y social?

—La percepción con lo que es y representa esta infraestructura ha cambiado incluso para los más escépticos y críticos, especialmente en el sector del transporte. Al principio estaba todo por hacer, pero ahora todo el mundo es consciente de la fuerza del Palacio de Congresos. Era lo que necesitaba Palma y Mallorca para captar este nicho de mercado tan importante desde el punto de vista económico. Todo lo demás lo tenemos.

¿Y cómo reacciona el turismo de congresos?

—Se trata de un segmento con otro tipo de inquietudes que beneficia a la oferta cultural, comercial y gastronómica. Esto se ha traducido en un desarrollo social y de empleo de calidad que se prolonga a lo largo de los doce meses del año.

¿Qué tienen Palma y Mallorca?

—Todos somos conscientes de la fortaleza del destino por conectividad aérea, infraestructuras, patrimonio cultural, patrimonio natural, oferta de servicios de primer nivel y por contar con un clima excepcional. Todo esto nos hacer ser un destino único para captar congresos, incentivos y reuniones de toda Europea.

¿Qué puede pasar a corto plazo ?

—Lo indicaba antes, en el sentido de que el éxito del Palacio de Congresos provoca la apertura de nuevos espacios, de ahí las inversiones que se están realizando en toda la Isla. Considero que el incremento de la demanda irá a más y no descarto que hagan falta más infraestructuras de nivel en el futuro para acoger este tipo de turismo que interesa a todos, más aún porque tiene un carácter sostenible por aportar valor económico y social.

¿Ha comentado que vamos a dejar de ser un destino estacional?

—En estos momentos somos como una Barcelona en pequeño, porque así nos está comparando el sector al tener todo lo que tiene la Ciudad Condal y ofrecer todos los servicios que pide y demanda el turismo de congresos y convenciones. Éramos los grandes desconocidos y ahora estamos en el punto de mira de todo el mundo.

¿Qué pasará cuando captemos los congresos médicos y farmacéuticos europeos?

—En la actualidad captamos congresos españoles de estos dos segmentos, pero estamos negociando poder abrirnos al mercado europeo. La industria farmaceútica genera el 60 % del negocio MICE en todo el mundo. Este es uno de los grandes objetivos en el que estamos implicados Govern, Ajuntament, Consell y el Mallorca Convention Bureau. Las cifras se multiplicarán en todos los sentidos.