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El grupo ecologista GOB ha pedido al Govern balear y al Consell de Mallorca que estudien comprar la finca de Can Trujillo, que acaba de adquirir una empresa de Madrid, para poder proteger mejor el área natural de Cala Figuera, y «avanzar decididamente hacia la creación del parque natural».

La entidad ha reivindicado una mayor protección para esta zona en un comunicado en el que ha recordado que se trata de una finca de 363,7 hectáreas de superficie, situada dentro del Área Natural de Especial Interés (ANEI), Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Cala Figuera, en Calvià.

Según el GOB, la compra de la finca la ha llevado a cabo la empresa Global Quilarquia, una sociedad con sede en Madrid, constituida el año pasado y con un capital social muy bajo, que se dedica a «actividades de intermediación en operaciones con valores y otros activos», según el portal expansion.com.

El GOB ha destacado que el área natural de Cala Figuera se extiende sobre 793 hectáreas terrestres y, en atención a sus importantes valores ecológicos, cuenta con las figuras de protección de LIC y ZEPA, pero el correspondiente plan de gestión, que debería detallar los usos permitidos en ella, aún no se ha redactado, lo que supone un retraso de 7 años según la fecha establecida por la Comisión Europea.

En 1991, fue declarada Área Natural de Especial Interés (ANEI) por la Ley de Espacios Naturales, por lo que tiene la consideración de suelo no urbanizable.

La Conselleria de Medio Ambiente y Territorio es responsable de la conservación de Cala Figuera, recuerda el GOB, que reclama al departamento autonómico que inicie la tramitación de un Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) previo a la declaración de un parque natural.

El GOB ha advertido de que la adquisición del terreno, que califica de «movimiento claramente especulativo, al haber sido comprada por más de 11 millones de euros», indica que la protección de la zona «es relativa», y que aún se encuentra dentro del mercado inmobiliario.

La entidad ha vuelto ha reclamar la necesidad de avanzar hacia la declaración de un parque natural en la zona de Cala Figuera por los importantes valores ecológicos y paisajísticos de la zona, «sumados al importante uso público que necesita ordenarse».
La figura de parque natural constituye «el instrumento más adecuado para garantizar la conservación y disfrute sostenible de la zona natural», en opinión de la entidad verde.
Los ecologistas han recordado además que la finca linda con el LIC marino de Cala Figuera, la Reserva Marina de El Toro y la ZEPA Espacio Marino del Ponent de Mallorca, por lo que «se podría plantear un espacio natural marítimo y terrestre con una continuidad ecológica evidente».

Por todo ello, el GOB ha pedido al Consell de Mallorca y al Govern balear que se planteen la posibilidad de comprar la finca. Precisan que si bien «no se puede pretender que las administraciones públicas compren todas las fincas situadas dentro de espacios protegidos», consideran que «en este caso sería interesante que valorasen la oportunidad».

En opinión del grupo ecologista, «inversiones como ésta tendrían mucho más sentido que algunas de las que se plantean como destino del impuesto de turismo sostenible».