Manchado añade que «durante este proceso se producen bajas y si el ornitólogo tarda mucho en retirar las aves de las redes, tal vez los depredadores ya han acabado con ellas. Hay movimientos ecologistas que están en contra de estas técnicas».
El director insular destaca que «en la actualidad, los controles de aves migratorias pueden ser mucho más efectivos a través de la fotografía digital o el uso de prismáticos o telescopios».
«En sa Dragonera sí permitimos anillamientos selectivos y puntuales, de pocos ejemplares, como por ejemplo con las crías de virot petit o falcó pelegrí. Son anillamientos de una especie concreta a las que se puede aplicar un radiotransmisor o un GPS, pero no permitimos anillamientos masivos. No hay una prohibición oficial, pero no autorizamos proyectos o propuestas en este sentido. Además, las redes también capturan las aves locales no migratorias, que pueden toparse una y otra vez con las trampas», explica.
Josep Manchado insiste en que «los anillamientos masivos fueron útiles en su momento porque no había otro modo de controlar las migraciones. Ahora disponemos de mucha información y estas técnicas ya no son necesarias. La identificación individual de un ejemplar puede tener un cierto interés, pero realmente ya no es necesaria. No aporta nada a la información sobre la especie. Las administraciones ya no financian estos proyectos y no sé si acabarán totalmente prohibidos, pero sí limitados. Puede que dejen de aplicarse sin prohibirlos».
Por su parte, Manolo Suárez, responsable de ornitología del GOB, indica que «sa Dragonera estaba incluida en un proyecto internacional de seguimiento de aves migratorias en islas pequeñas del Mediterráneo, pero hace unos años que ya no participa».
Para Suárez, «los anillamientos son un método validado de estudio científico, no un objetivo en sí mismos. Los seguimos realizando en s'Albufera o Mondragó. La recogida de datos tiene sentido a largo plazo y en sa Dragonera hemos perdido unos años de información que podrían haber resultado de gran interés, por ejemplo en relación a las migraciones y el cambio climático».
Formación, normativa y evaluación
Suárez expresa el interés del GOB «en seguir anillando en sa Dragonera para obtener datos de la evolución tanto de las aves sedentarias como de las que están de paso. Cuanto más datos tienes, mucho mejor para la adecuada gestión de un espacio natural y su biodiversidad. Los anilladores estamos sometidos a una formación específica, una normativa y una entidad evaluadora. Y es una disciplina mucho más respetuosa que otras».
5 comentarios
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Està clar que es una opinió personal, ja que si fos en nom del càrrec que té dins aquest govern, tindria que dimitir inmediatanent del mateix. Avam si diu lo mateix o que opina de la caça. Açò si que es matar sense cap necessitat. Fa un discurs des de sa convicció però basada totalment amb molta molta ignorància.
Totalmente de acuerdo, a mi me anillaron en 1997 y hasta el 2003 no me pude quitar el anillo y encima me costó un pastón, suerte que ahora ya estoy divorciada!!
A quien habría que anillar es a los cazadores, que matan por placer y ensucian el campo con plomo.
Dejen en Paz a los animales.....
Dejar en paz y libertad a los animales salvajes y libres. A los que se deberían de controlar, son a estas personas que pirulan por las islas sin ningún tipo de control...