Asistimos a los primeros problemas éticos con las máquinas, algo no tan previsible cuando se inventaron las primeras.
— Las primeras máquinas fueron creadas para superar a los humanos en fuerza física, llegando a los actuales coches, barcos o grúas. En el siglo XX creamos máquinas que calculaban más rápido que nosotros. Eran los primeros ordenadores. Ahora, las máquinas funcionan con algoritmos que las hacen astutas y capaces de decidir. Las máquinas nos han debilitado en capacidades físicas y mentales, pero que sustituyan nuestra capacidad de decisión supone un punto de inflexión, culmina un auténtico sorpasso. Por ejemplo, ¿qué decisión tomará un coche autónomo en un caso de inminente colisión?
¿Quién tiene que controlar todo esto?
— Los parlamentos, en sus diferentes escalas. La Unión Europea marcó el año pasado unas directrices sobre cómo programar la inteligencia artificial, pero tienen que reflejarse en leyes que todavía no se han elaborado. Básicamente, estas directrices marcan unas pautas razonables que se basan en el respeto a la libertad de los hombres y las mujeres.
Y en un mundo global, con EEUU, China o Rusia, ¿importan mucho las directrices europeas?
— No podemos esperar a un marco regulatorio global. Hay que actuar ya. Soy positivo y creo que una regulación unificada no llegará a medio plazo, pero sí a largo plazo. El proceso será apasionante.
De momento, las grandes corporaciones norteamericanas no están por la labor.
— Por ahora, no. Creen que deben autorregularse con su propio código ético. No quieren parecerse al mercado financiero, que sí está muy regulado. Por ejemplo, Google no permite investigaciones militares y tiene un botón rojo para detener, si es necesario, sus sistemas de inteligencia artificial. Como he dicho antes, soy optimista. De la misma manera que los fabricantes de coches no deciden los límites de velocidad, estas corporaciones no tendrán la última palabra en los desarrollos de la inteligencia artificial. Los ciudadanos están cada vez más concienciados y del mismo modo que exigen medidas contra el cambio climático, reclamarán un marco ético para la inteligencia artificial. Para empezar, los hospitales tienen sus propias comisiones éticas.
¿Por qué es tan optimista?
— La Revolución Industrial se inició con unos elevadísimos niveles de contaminación y unas durísimas jornadas laborales. Han transcurrido un par de siglos, pero todo ello se ha corregido. Tenemos el conocimiento para fabricar bombas atómicas, pero no las estamos utilizando. Tenemos armas más potentes, pero Europa no ha conocido un período de paz tan prolongado.
Si las máquinas sustituyen a los seres humanos ¿habrá un conflicto sociolaboral?
— En efecto, no sólo eliminas un puesto de trabajo, sino que dejas una pensión de jubilación en el aire. Habrá que garantizar la sostenibilidad laboral de las personas, teniendo en cuenta que la inteligencia artificial nos libera de trabajos que no nos gustan. Habrá que reducir jornadas laborales. Ya lo hemos hecho, y subiendo salarios. Conflictos de este tipo ya han ocurrido en el pasado y, sin negar las dificultades, hemos salido adelante. Precisamente, creo que los grandes problemas a los que se enfrenta el siglo XXI son el envejecimiento de la población y el mantenimiento de las pensiones, y la adaptación a una sociedad de las máquinas y su ética.
Muchos prefieren hacer un trabajo que no les gusta a quedarse sin trabajo. ¿No habrá una rebelión de los humanos contra las máquinas?
— Hay movimientos contra la tecnificación, pero creo que el desarrollo de la inteligencia artificial es imparable. No hay nada que lo pueda detener.
Es recurrente, pero Hal 9000, el superordenador imaginado por Arthur Clarke en ‘2001', entra en conflicto con el ser humano, discrepa y decide imponerse. Resulta inquietante.
— Sí. Hace más de 50 años, Clarke ya era consciente del progreso de la algoritmia. Hal 9000 está representado en un ojo. Ni siquiera necesita un soporte físico. Pero la máquina no tiene por qué ser hostil hacia el ser humano. Los avances deben ser graduales y no dar un gran salto. Si no, un algoritmo podría decidir que la mejor manera de luchar contra el cambio climático es eliminar a los humanos.
7 comentarios
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Hay quien ya está en ello... se llama "coronavirus". Es un virus de laboratorio creado para la causa.
Ningún dato comprobado indica que el CO2 cambie el clima. Todos indican que son los factores astronómicos.
Completamente de acuerdo. Lo mejor para parar el cambio climatico es no hacer nada para paralo, hasta que el ser humano (civilizado) se extinga, que es lo mejor.
Mientras que nadie en toda la comunidad científica internacional pone en duda que el clima está variando por la acción humana y ponen la fecha límite de OCHO AÑOS para bajar considerablemente las emisiones o podríamos atravesar el punto de NO RETORNO, con las dramáticas situaciones que eso podría conllevar, en España (y en otros lugares del Mundo) existe VOX, Trump, Bolsonaro y otros ultras negacionistas como el de Australia (éste está espabilando tras su última tragedia) que miran hacia otro lado, niegan toda ciencia. Si para ellos esto son "ciclos del planeta" y todas las predicciones de la "dictadura ecolojeta" se están acertando por casualidad, ¿cuándo preveen sus "gurús" que va a parar este ciclo? ¿cuando bajarán las temperaturas medias VOX? ¿cuando volveremos a frecuencias de lluvias torrenciales más normales VOX?... Sí, el ser humano es culpable, pero qué injusto es poner a Greta Thumberg en el mismo saco que a Abascal.
Un físico hablando de informática, otro intruso. Cada uno a lo suyo.
@lumbreras , La Torre no esta exponiendo una solucion , solo esta poniendo de manifiesto El Problema , y por desgràcia el primer y mayor problema del planeta es la superpoblacion , la Tierra y sus recursos no son ilimitados y la poblacion mundial esta creciendo exponencialmente y este crecimiento tiene sus limites , negar un problema no lo resuelve igual que negar que los series humanes estamos esquilmando los recursos naturales es mentirse asi mismo.La vida en el planeta no empezo ni acabarà con la espècie humana.
Eliminar humanos no resuelve nada, ya que el clima ha variado a través de la Historia cuando ni siquiera había humanos. Véanse las grandes glaciaciones. El cambio climático no es importante, lo que es importante es la invasividad de la acción humana, que causa problemáticas nuevas (líneas de costa destruidas, cosechas perdidas, hambrunas, etcétera). Si para arreglar el cambio climático nos hemos de morir todos, vaya patata de algoritmo. Espere, que se me ocurren más arreglos: para eliminar las guerras nos hemos de morir todos, para eliminar el cáncer nos hemos de morir todos, para eliminar el aburrimiento nos hemos de morir todos. Feliz viernes, y diviértanse esta noche, todo es irreal.