Mae de la Concha, secretaria general de Podemos en Baleares y consellera d’Agricultura. | Pilar Pellicer

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Nacida en Asturias en 1954, es secretaria general de Podemos en Baleares y consellera d'Agricultura del Govern; asume que, a veces, se ha explicado mal –concretamente en el caso de los complementos de 22.000 euros– y afirma que no se planteó dimitir pero sí pone plazo a su continuidad cómo secretaria general del partido morado en las Islas. Defiende el concepto de soberanía alimentaria –sobre todo tras los efectos de la borrasca ‘Gloria'– y muestra cierta fatiga ante debates que, dice, no van a ningún lado.

¿Soberanía alimentaria es autarquía?

—La soberanía alimentaria es el derecho de las personas a una alimentación sana y cercana y a una producción propia a precio justo. La pagesia gestiona el 80 % del territorio, Mallorca fue una gran potencia agrícola y ahora tenemos una excesiva dependencia exterior.

¿Hubo desabastecimiento por ‘Gloria' o sólo afectó a las grandes superficies?

—Es que mucha gente compra en las grandes superficies. Si eso ocurrió por dos días de tormenta, imagine un temporal de una semana o una huelga prolongada de transporte. No tiene sentido esa dependencia exterior.

¿Volvemos a la autarquía?

—No es lo mismo.

Se ha relacionado y ha habido mucho debate sobre eso.

—Es que nos gusta mucho debatirlo todo, incluso cuántas patas tiene una pulga.

Llegué a creer que usted dimitiría, sobre todo tras la polémica por los pluses de 22.000 euros.

—Nuestro proyecto, que no sé si lo reflejamos bien, es necesario para Balears. Tenemos un equipo fantástico en Agricultura. Necesitaría un motivo muy fuerte para abandonar.

¿Se planteó renunciar?

—No. Ya como diputada en el Congreso estaba en este asunto. Y contaba con parte de este gran equipo.

Lo de los 22.000 euros por residencia lo explicaron muy mal.

—Reconozco que me explique muy mal. En Podemos tenemos muy regulado lo de los sueldos. Di por hecho que todo el mundo lo sabía. Tenemos los salarios limitados y los excedentes van al partido. Entre todos los cargos, subvencionamos al partido y eso nos da libertad al no deber a los bancos. Aún así, lo expliqué en el Consejo Ciudadano.

¿No está explicando mal el Govern la gestión con los menores?

—Ese es un tema muy importante. En el Congreso, a iniciativa de Podemos, se creó una Comisión de Infancia. Ahí vimos el tema de menores desde muchos puntos de vista. Es complejísimo. Cualquier solución fácil, cualquier frase dicha al momento, es muy arriesgada. Y me preocupa cómo se ha puesto ahora el foco en las mujeres menores de edad. Hacen falta muchos más medios y formación. Irene Montero, desde el Ministerio de Igualdad, hará un gran trabajo. Igual que Pablo Iglesias como vicepresidente de Asuntos Sociales.

¿El electorado es más exigente con la izquierda y más con Podemos?

—Probablemente, sí. Se es más exigente con la izquierda. Y me parece bien, pero además de exigente hay que ser empático.

¿Gobernar era la máxima aspiración de Podemos?

—Era poder cambiar de forma real la vida de la gente y eso se consigue gobernando. Es importante la protesta en la calle pero las decisiones se toman en los gobiernos. Esa era la hoja de ruta.

¿No han renunciado a mucho por gobernar?

—Si quieres llegar a acuerdos, tienes que ceder. Esa es la base de cualquier acuerdo. Otra cosa es imponer y una dictadura.

Laura Camargo fue muy dura con Podemos. Dijo que en Balears triunfaban trepas y obedientes.

—Laura y yo tuvimos muy buena relación y, a veces, me sorprende lo que dice. Pudo haberse incorporado a la ejecutiva pero ha optado por otro camino, el de la protesta desde fuera. En el último Vistalegre [se refiere a la II asamblea estatal de Podemos] esa opción fue del 10 %. Y aquí, menos.

Iglesias va a adelantar la tercera asamblea y optará a la secretaría general. ¿Se adelantará la de Baleares?

—No está previsto. Se decidió que tras la asamblea estatal, habría otras en las comunidades dirigidas por una gestora y en las que estaban a punto de agotar el mandato. No es nuestro caso. Quedan dos años.

¿Y ha decidido usted si optará a la reelección?

—Es muy difícil hablar a dos años vista. No sabría decirle aunque me gustaría que hubiera un relevo en la dirección de Podemos.

¿Cómo está Podemos en Baleares?

—Estamos expectantes e ilusionados. El Gobierno estatal va ahora de una manera muy parecida a la del de Balears. Ahora se nos presenta una ocasión única para desarrollar las políticas que hemos puesto en marcha y concretar las necesidades de las Islas. La coincidencia de dos gobiernos con el mismo planteamiento es una muy buena noticia.