Los trabajadores de la construcción y el del resto de servicios no esenciales deberán llevar macarilla. | Gemma Andreu

TW
42

Los trabajadores de servicios no esenciales que a partir de la semana que viene –en realidad, lo podían hacer desde el viernes– se reincorporen a su puesto de trabajo deberán mantener la distancia de seguridad, estar provistos de mascarilla y tomarse la temperatura antes de ir a trabajar, según ordenan los protocolos que ha elaborado el Govern a fin de evitar nuevos contagios por COVID-19.

«El uso generalizado de mascarillas individuales deberá garantizarse en aquellos empleos donde es posible mantener una distancia de seguridad de dos metros y, también, de una forma más especial en aquellos donde no es posible», señaló este sábado Iago Negueruela, el conseller de Treball, que compareció junto al director del Institut Balear de Seguretat i Salut Laboral (IBASSAL), Rubén Castro, para informar de los protocolos mencionados.

Desde el estallido de la pandemia, hay problemas de suministro de mascarillas. Conocedor de este problema, Negueruela señaló que «las empresas que no pueden garantizar el uso generalizado de mascarillas pueden seguir acogiéndose a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo». «Debemos anteponer la seguridad de los trabajadores. Lo primero es su salud y la de la población en general», insistió el conseller de Treball, que recalcó que estas medidas han sido revisadas técnicamente y pactadas con las patronales y sindicatos.

Noticias relacionadas

Por sectores
Se han elaborado protocolos para los sectores del comercio, la construcción, el transporte, la recogida de residuos, la seguridad y vigilancia y la limpieza. De entre las medidas para todos los sectores destaca que los trabajadores se tendrán que tomar la temperatura diariamente antes de ir al trabajo, lavarse las manos con frecuencia o utilizar los equipos de protección individual (EPIs) –que serán distintos en función de cada uno de los seis sectores– que les proporcione la empresa y guantes.

Los protocolos llevan medidas específicas para cada sector. Así, por ejemplo, se establece para el sector comercial que los uniformes se lavarán y desinfectarán a diario y que las piezas textiles se lavarán mecánicamente a entre 60 y 90 grados. Además, los productos devueltos deberán desinfectarse o ponerlos en cuarentena antes de volver a ponerlos a la venta, si es posible.

Los protocolos también recogen un cuestionario elaborado con la Direcció General de Salut Pública que se realizará al personal de estas empresas que reanuden la actividad con el objetivo de hacer un seguimiento de las actuaciones para garantizar el control y la seguridad de la población.

El propio IBASSAL e Inspección del Trabajo son los encargados de asegurar el cumplimiento de esas disposiciones. Negueruela dijo que «esperamos que las empresas sean respetuosas».