La previsión, informa Agricultura en un comunicado, es que a finales de año estas tres variedades recuperadas ya se puedan plantar en las islas, tras un proceso de 10 años de estudios que han llevado a su autorización. La Conselleria ha organizado este jueves una cata de vinos de estas variedades junto con las bodegas colaboradoras. Se trata de vides autóctonas de uva negra y la primera de ellas, «callet negrella», es muy similar a la variedad «callet», ya autorizada.
Fue encontrada en la zona de Cas Concos, en Felanitx y aunque durante unas prospecciones se catalogó en principio como batista o mantonegro, unos estudios genéticos demostraron que pertenecía a esas variedades. El «mancès de tibús», indica Agricultural, fue muy común hasta el siglo XIX y el «esperó de gall» era muy citada a finales del siglo XIX. En ambos casos, las plantas se encuentran ubicadas en la colección de Sa Granja.
Las tres han sido objeto de estudio tanto por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con cinco años de valoraciones agronómicas y estudios del estado sanitario, como por parte del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Baleares, que ha trabajado cinco años con las bodegas colaboradoras.
La última variedad autorizada en Baleares fue en 2016, cuando se permitió plantar «escursac» y anteriormente, en 2011, la «gorgollasa» y el «giró ros». Actualmente hay otras variedades se encuentran en fase de autorización, una de ellas el «giró negre», en un estadio más avanzado, y la «argamussa blanca», en una fase más inicial.
3 comentarios
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Una medida histórica que será decisiva para salir de la crisis, provocada por la pandemia.
Més no és sempre millor. Els clients no poden manejar tanta varietat en el seu c ap.
Tot ben controlat, faltaría més! Quin món! Això és Europa.