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Los locales perjudicados por el cierre provisional decretado por el Govern en Punta Ballena (Magaluf) y en las calles de Miquel Pellisa (calle de la Cerveza) y Pare Bartomeu Salvá (calle del Jamón), en la Platja de Palma, van a crear una plataforma de afectados para demandar al Ejecutivo autonómico por daños y perjuicios, según indicaron ayer José Tirado, presidente de Asociación de Comerciantes y Empresas de Servicios Turísticos de Mallorca (Acotur), y Jesús Sánchez, su homólogo en la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (Abone).

Acotur indica que la medida adoptada por el Govern es producto de la improvisación, ya que hasta ayer afectaba de la misma manera a todos los locales, incluso los que no vendían alcohol.

Tirado añadió que los empresarios están ultimando la creación de la plataforma con varios despachos de abogados «para ejercer acciones legales y recurrir el decreto del Govern por su arbitrariedad».

El número total de locales afectados en Punta Ballena ronda los 70, unos 14 en la calle del Jamón y unos 20 en la calle de la Cerveza. Acotur puntualiza que la decisión del Ejecutivo «afecta a las tres calles de ocio más importantes de Mallorca, tanto en lo que respecta a locales como al número de trabajadores, ya que llega a los 600 empleos. A parte de cerrar empresas, también se envía al paro a cientos de personas de un plumazo y sin pensar en las consecuencias».

Improvisación

La preocupación de ambas patronales es que la actividad empresarial ha estado inoperativa ocho meses, «de ahí que ahora cuando parecía que podía reactivarse la producción en julio, agosto y resto de temporada, llega la decisión unilateral del Govern», apuntan desde Acotur.

Los daños económicos, por lucro cesante, son incuantificables: «No hay cifras todavía analizadas en este sentido, más en una temporada tan atípica. Lo que sí es cierto es que en estos tres meses de actividad muchas empresas iban a poder solventar un año nefasto, ya que se trata de una actividad muy estacional. Es por ello, que lo único que podemos decir es que los daños serán millonarios y situarán a muchas empresas al borde del cierre», puntualizó José Tirado.

Tanto Acotur como Abone indican que «al empresario que no cumpla con la normativa se le tiene que sancionar, lo mismo que al turista incívico. Lo sucedido ahora demuestra que el decreto de turismo de excesos no ha funcionado y que los ayuntamientos, al no tener medios, se han quedado simplemente en un querer y no poder. La solución adoptada por el Govern, por ineficiencia política, ha sido la más fácil e ilegal: cerrar las calles para evitar cualquier tipo de problema de turismo de excesos y sanitario por la pandemia».

El presidente de Abone, Jesús Sánchez, afirmó ayer: «Todo este cúmulo de circunstancias e ilegalidades, es lo que propicia que se vayan a activar todas las medidas legales para interponer un recurso por cautelarísima del decreto del Govern, para que los juzgados paralicen la resolución adoptada por el Ejecutivo que preside Francina Armengol».

Respecto a la incorporación de nuevas calles en Punta Ballena, caso de general García Ruiz y Federico García Lorca, Acotur y Abone reincidieron en que «la improvisación en la toma de decisiones es absoluta».

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Ambas patronales critican la actitud de la Conselleria de Treball i Turisme «porque no nos han llamado, cuando somos los que representamos a las empresas y locales afectados por esta medida política. Se han reunido con la CAEB, PIMEB, UGT y CCOO, pero no así con Abone y Acotur. Esto demuestra el talante negociador del Govern al obviar a las patronales de los comercios turísticos y del ocio nocturno, lo cual no se entiende cuando se apuesta por el diálogo».

Paralizar la resolución

El equipo de abogados que van a canalizar Abone y Acotur para defender los intereses de los empresarios perjudicados «se han marcado como objetivo prioritario paralizar la resolución del Govern y buscar alternativas».

Tirado puntualizó: «Hay que ser prudentes, pero en esta estrategia política ha primado más el impacto mediático al decretar el cierre de locales de ocio nocturno en tres zonas emblemáticas y con gran seguimiento en los dos principales mercados emisores turísticos a Mallorca, como son el británico y el alemán.e lo que supone decretar el cierre de locales de ocio nocturno».

Cadenas hoteleras paralizan la apertura de establecimientos

La evolución de la actual temporada turística, bajo la nueva normalidad marcada por la pandemia de la COVID-19, ha provocado que cadenas hoteleras de las Islas hayan tomado la decisión de paralizar las aperturas de establecimientos para el mes de agosto. «La caída de la demanda en estos momentos supera nuestras previsiones, de ahí que no se abrirán hoteles en Cala Millor, Platja de Palma, Alcúdia-Can Picafort, Palmanova-Magaluf y resto de principales enclaves turísticos de la Isla. Hay mucha incertidumbre e improvisación política», indican empresarios hoteleros.

Las reservas turísticas a la Isla se han paralizado en los últimos días

Las cadenas hoteleras de Baleares y asociaciones hoteleras de Mallorca han conformado a este diario que las reservas turísticas a la Isla «están prácticamente paralizadas, principalmente en Alemania, por la evolución de las noticias sobre la obligatoriedad de las mascarillas y, ahora, con este cierre de calles en Punta Ballena y la Platja de Palma».

En los mercados emisores turísticos hay noticias contradictorias, según señalan los empresarios hoteleros. «Hay preocupación por tanta incertidumbre y en los mercados emisores hay cierto temor. Los niveles de ocupación están por debajo de lo esperado y no se reactivan pese a las campañas comerciales de descuentos que se están realizando, que llegan en algún caso hasta el 30 %, puntualizan hoteleros de Mallorca.

La previsión es que una vez se normalice la actual situación de noticias contradictorias y se consiga una cierta normalidad «esperemos que se recuperen los niveles de ventas, para así tener más reservas que cancelaciones. Esta situación afecta a todas las zonas vacacionales de la Isla y será la tónica general a lo largo de julio, agosto, septiembre y octubre», indican los empresarios hoteleros.