La entidad cree que el supuesto caso de corrupción en la Autoritat Portuaria de Baleares tendrá efectos en su futuro.

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El Club Marítimo Molinar de Levante (CMML) ha criticado este sábado haber tenido que entregar las llaves de la ocupación temporal que tenía cedida por Autoritat Portuaria de Baleares (APB) desde que se iniciaran las obras en su ubicación de siempre, Caló d'en Rigo, hasta que estas acabasen y se dirimiera por concurrencia de proyectos o posterior concurso la nueva concesión.

Según ha informado la Junta Gestora del CMML este sábado en una nota de prensa, este viernes, 24 de julio, y cumpliendo los plazos impuestos por la APB, el Club ha entregado las llaves de su Orden de Trabajo (OT) en tierra y en el espejo de mar dentro del CN Portitxol, sin haber acabado las obras ni poder dar cobijo a sus embarcaciones.

En este sentido, ha criticado que «el Club de 103 años de historia, el segundo más antiguo de España, está sin agua y sin la posibilidad de poder ofrecer sus habituales servicios a sus socios, deportistas y amarristas».

Si bien, ha reconocido, hay un concurso público publicado desde el pasado día 16 de julio al cual el Club debe presentarse si quiere conseguir renovar una concesión de 20 años. Pese a ser consciente de ello, ha querido poner sobre la mesa que este viernes se intervino la APB por la guardia civil anticorrupción, tanto en su sede de Palma,como en Ibiza y Menorca, lo cual está convencido tendrá algún efecto sobre el futuro del CMML.

Por este motivo, ha pedido instrucciones claras a sus abogados, puesto que, ha recordado, hay solicitada una explicación de la que aún no disponen relativa a la denegación de una tercera OT mientras acaban las obras, cuando en cambio se le concede al Portitxol en los mismos pantalanes que eran ocupadas por el CMML; así como al hecho de la no pronunciación sobre su proyecto presentado con fecha noviembre 2019 a instancias de la propia APB donde se ofrecen unas condiciones para la renovación de la concesión en base a sus propios requisitos.