El Consell decidió poner en marcha este servicio al decretarse el estado de alarma y ordenarse el confinamiento, cuando muchas mujeres se encontraron en la calle y sin ingresos. | Jaume Morey

TW
46

Una media de veinte prostitutas se han alojado desde marzo en apartamentos del Consell de Mallorca habilitados a propósito para ellas. Se trata de un servicio que la institución puso en marcha ante el temor de que muchas mujeres se podrían quedar en la calle a raíz del estado de alarma y el confinamiento. Inicialmente, los 25 apartamentos se llenaron, pero en la actualidad únicamente doce se acogen al servicio. Sin embargo, después de que el Govern señalara este viernes que está ultimando una orden para cerrar los clubes de alterne, se teme que las peticiones de ingreso repunten.

Ya en marzo, en los primeros estragos de la pandemia, muchas prostitutas eran obligadas a mantener la actividad. Al ordenarse el confinamiento, la prostitución prácticamente cesó y a parte de ellas se las echó a la calle. «Aquí es cuando decidimos actuar y poner en marcha los apartamentos», señala Teresa Suárez, la consellera de Presidència del Consell, que destaca que la Isla fue «pionera» en el Estado al abordar esta problemática. «En otras comunidades autónomas se las ha alojado junto a personas sin techo. Nosotros pensamos en darles un espacio propio –residen solas en apartamentos– para devolverles la dignidad».

Reinserción

No solo se les adjudica un apartamento, sino que también se les acompaña y se les ofrecen servicios dirigidos a la integración social. Este acompañamiento lo gestiona Médicos del Mundo. La coordinadora de la entidad en Balears, Belén Matesanz, indica que disponen de un psicólogo, un trabajador de educación social y un técnico de integración social. «Lo importante es que no solo se les ofrece un alojamiento sino también terapia, que está dirigida a restablecer su capacidad emocional y a la reinserción social. Aprenden informática, idiomas, les decimos cómo empadronarse, cómo tramitar la tarjeta sanitaria... El objetivo es que se incorporen al mercado laboral [ayudarlas a dejar la prostitución] y que tengan vida», explica.

Parte de las primeras mujeres que se alojaron en estos apartamentos han vuelto a la prostitución –solo querían un apartamento donde cobijarse–, pero ahora todas las alojadas tienen la intención de rehacer su vida.

Matesanz explica que el mismo viernes en que se hizo público que se iban a cerrar los clubes y locales de alterne recibió llamadas de prostitutas expresándole su preocupación y preguntándole si les acogerían. «Lo más probable que las peticiones de ingreso vayan en aumento», manifiesta su temor la coordinadora de Médicos del Mundo.

El Consell ha garantizado que el servicio se mantendrá hasta fin de año como mínimo. Como ha funcionado bien, incluso es posible que se transforme y que mejore. Acerca de un hipotético aumento de ingresos, Suárez indicó que el su departamento trabajará junto al resto de instituciones «en todo lo que suponga ayudar a estas mujeres».