Salleras se refirió a esta cuestión tras el debate encendido en los centros concertados sobre supuesta la conveniencia, principalmente sanitaria, de implantar la jornada continuada o intensiva, impulsado por asociaciones o grupos de madres y padres que reclaman este cambio horario.
Las familias que promueven este debate, con incluso encuestas entre progenitores, argumentan sobre todo que la jornada intensiva reduce de cuatro a dos los momentos de entradas y salidas en los centros, lo que disminuye a su vez las aglomeraciones y, por tanto, los riesgos de contagio del coronavirus.
La directora general de Escola Catòlica comenta al respecto que «la decisión de un cambio de horario corresponde a la titularidad de los centros y no puede haber dudas de que éstos reflexionan seriamente sobre la viabilidad sanitaria y pedagógica de una modificación de este tipo. Y hay que tener en cuenta que cada centro presenta sus propias características, por lo que no tiene sentido una recomendación general. Intervienen factores como el número de alumnos, el número de accesos del centro o incluso si éste está situado en una calle ancha o estrecha. Si la jornada partida no fuese segura para un centro desde el punto de vista sanitario, estoy convencida de que procedería al cambio de horario».
Salleras hace un llamamiento a la tranquilidad de las familias, «pues el funcionamiento de los centros, siendo este curso singularmente complicado, se está controlando. Sin embargo, precisamente por la singularidad de este curso, todo está abierto a revisiones y rectificaciones, por encima de reclamaciones un tanto impulsivas y viscerales. Todo tiene pros y contras, y hay que confiar en los equipos directivos y en la titularidad de los centros».
La directora general de Escola Catòlica rechazó la acusación de que los centros concertados no quieren implantar la jornada intensiva porque recortaría sus ingresos por el servicio de comedor: «Se han incrementado coniderablemente las becas de comedor. De hecho, en muchos centros han aumentado los gastos por este servicio porque hay que habilitar más monitores y espacios. Y lo asumen porque quieren prestar este servicio a las familias, no para ganar dinero. Hay el ejemplo de un centro menorquín que ha dejado de prestar el servicio de comedor porque, para cumplir con la normativa sanitaria, se ha quedado sin espacio para ofrecerlo».
Llúcia Salleras destacó finalmente que «numerosos centros concertados han abierto una reflexión sobre esta cuestión y ello siempre es positivo, pero, por las diferentes características y circunstancias apuntadas, unos decidirán llevar a cabo el cambio y otros seguirán como están».
Soluciones diferentes para dos centros franciscanos
Se da la circunstancia de que dos colegios franciscanos de Palma han optado por soluciones diferentes. El Col·legi Sant Francesc, en el centro de Palma, mantiene la jornada partida, mientras que la Porciúncula, en s'Arenal, ha implantado la continuada. En ambos se han realizado encuestas, favorables al cambio.
52 comentarios
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Ya. Los valores pedagógicos son el dinero que gana gracias al servicio de comedor.
educación pública por favor
Mi hijo se contagio en un colegio concertado con jornada partida. Está claro que muchos vamos a coger el virus pero también que una jornada partida en el colegio no tiene sentido, es sumar riesgos y todo ¿porqué? ¿por hacer negocio? No lo entiendo.
No todos los colegios concertados son iguales, hay q van alumn@s d todas las razas y religiones. No todos son d élite.
hacer una auditoría a la escuela católica de los últimos 10 años, que devuelvan todo el dinero que les hemos transferido y recuperar la escuela pública
ni un céntimo a la Iglesia Católica, que lo devuelvan todo !!!! educación pública!!
El problema que tiene la escuela católica con lo de la jornada intensiva es que les desmonta el negocio que tienen montado. Los colegios concertados usan la jornada partida para @obligar@ a los niños a meterse en las extraescolares que se imparten al finalizar el turno de mañana. En teoría no son obligatorias pero, si tu hijo no las hace, le tienen solo en una clase. Al final, todos los niños del colegio acaban haciendo alguna extraescolar de cuya comisión el colegio genera ingresos fraudulentos para esos colegios. Lo triste es que los padres de esos niños lo saben y consienten porque lo ven como un modo de que sus hijos no vayan a clase con "según qué gente" ya que el hecho de verte forzado a pagar ahuyenta a los niños de clases sociales más bajas. Quitar el parón del mediodía dificultaría mucho esta práctica y los religiosos no están dispuestos a ceder esa ingente cantidad de dinero.
En los 9 euros de comedor, están incluidos los gastos de los monitores que vigilan, que digo yo que tendrán derecho a cobrar por su trabajo también no?
comedor, uniformes, mat. escolar, . . . . F A C T U R A R . . . . etc.e tc.
LA SRA SALLERAS...¿QUÉ VA A DECIR SI ES UNA MANDADA DE LA PATRONAL? MEJOR SE CALLE Y NO DIFAME ...Lo escribe una profesora de escuela concertada desde 1995.