Así se expresa Antònia Ramis, coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Crisis de Balears, así como vocal de Emergencias del Colegio de Psicólogos (COPIB). «Nos hemos dado cuenta de que tras pasar un confinamiento tan largo, adaptarnos a una situación desconocida y aprender a gestionar nuestros estados de ánimo es difícil; ahora sufrimos una privación de libertad», dice Ramis.
Según la especialista, «se está instalando el cansancio y el desánimo por la incertidumbre. Todo esto después del enorme esfuerzo de la población y los políticos». También existe la otra vertiente: aquellos que «se instalan en una falsa seguridad y han bajado la guardia. Viven una falsa realidad y una relajación».
Ante semejante panorama, «llega la resiliencia, la capacidad de afrontar momentos difíciles y salir adelante. Aunque está condicionada por las nuevas medidas restrictivas y las pérdidas a todos los niveles».
Si hay una parte de la población que se instala en la «hipervigilancia», luego hay otra parte que huye de la realidad «y cree que no hay contagio. Todas las generaciones padecemos las consecuencias». En el caso de los jóvenes, «la privación de la libertad choca con la etapa en la que necesitan una explosión social. Esta fatiga pandémica les hace relajar las medidas de protección».
Según Ramis, también se percibe una cierta rabia en el ambiente. Si al principio de la pandemia primaba el lema ‘Todo va a salir bien', «con cierta resignación y adaptación a las nuevas medidas de confinamiento, ahora es lógico que aparezca la frustración», dice la responsable del Grupo de Intervención en Emergencias. Especialmente entre los empresarios que deben adaptarse a las medidas cambiantes.
Otro asunto es la sobrecarga del personal sanitario. «con un exceso de responsabilidad y trabajo». Y todo esto mientras las vacunas llegan a cuentagotas.
De la relajación a la ansiedad o la rabia, el estado anímico de la población está pasando por un amplio abanico de sentimientos provocados por la situación.
En las consultas de los psicólogos también se está percibiendo el empeoramiento de la salud mental tras meses y meses de virus. «Hay un sentir de agotamiento, sostienen la ansiedad tanto tiempo que ya no pueden más. Hay tristeza, irritabilidad y apatía, lo que se conoce como fatiga crónica». Ivorra advierte que «se ha perdido la inocencia de la primera fase de la pandemia, cuando teníamos puestas todas las esperanzas puestas en 2021. Ahora vemos que vamos a peor».
Apoyo
Ivorra aconseja afrontar esta fatiga emocional «recurriendo al apoyo de los demás. Se deben cumplir las recomendaciones sanitarias pero no nos podemos aislar emocionalmente. Tenemos que cuidarnos, en lo físico y en lo emocional».
La psicóloga también advierte que «debemos entender que muchas personas se sienten mal, es algo común. Y yo no soy muy optimista: esta pandemia no sacará lo mejor de nosotros, ni saldremos más fuertes».
¿Qué nos depara el fin de la pandemia?, ¿repetir los patrones de los locos años 20? Ivorra no sabe si se repetirá la euforia del siglo pasado, «no creo que el bolsillo esté para muchos dispendios». Ivorra lamenta que «no se refuerce el apoyo psicológico en la Seguridad Social. Mucha gente no puede pagar una consulta».
8 comentarios
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Pot ser a arribat l hora de que alguns tornin cap a sasa seva. S ha acabat la festa.
Nuestros abuelos hubieran dicho: "una guerra tendríais que haber pasado". Ánimo, que ellos salieron adelante en condiciones infinitamente más difíciles. Aprendamos de ellos. Al mal tiempo, buena cara, y alejarse de los cenizos y los criticones.
Yo suelo caer y levantarme cada vez.Pero ahora casi que prefiero quedarme sentado y que se levante otro.O abren los Gym o me echaré al vino
Rabia y desanimo que hay que hacer PAGAR A ESTOS POLITICOS: centrales, Autonomicos, locales. Nuestra fuerza esta en la papeleta, demostremos que es asi, que no valen milongas, mentiras, mitines, politicos sacando la cabeza entre lechugas o merluzas en los puestos de los mercados. Yo me guardo la ira, la rabia y solo pienso en las proximas elecciones, ¡¡ACOMPAÑENME A VOTAR !!! a votar para echar a toda esta gente, a todos estos charlatanes. Y esperense a los recortes en los sueldos y mas subidas de impuestos, la deuda de España es monstruosa, todavia no ha llegado lo peor.
La gente esta muy harta y muy cansada, ya son meses de esta pelicula de nunca acabar y siempre escuchando que si prohibiciones, que si recorte de libertades, que si no entras en la tienda si no llevas el bozal y asi la gente acaba con fatiga y cuando la gente se le prohibe pues pasa lo que pasa.
@DES RIU: Amigo/a espera un poco, uno o dos meses más y verás las respuestas. Esto está que arde y, la población de base va a padecer lo impadecible. Es una lástima. Lo siento por todos.
Los residentes pitiusos estamos sufriendo mucho. Siempre obligados a tener que generar tanto dinero para pasar el més y poder pagar lo básico, viendo cómo gente que no lo consigue se tiene que ir a vivir fuera... Ahora todos estamos preocupados por no contagiarnos y porque no sabemos cómo vamos a encajar en la nueva normalidad ¿Cuándo llegará? ¿ Habrá temporada? ¿Habrá trabajo? ¿Habrá posibilidades de conseguir vivienda? Si se me rompe el coche ¿Cómo lo pagaré? ¿Y la comida? ¿La luz y agua? ¿Podremos pagar la educación de nuestros hijos fuera? Etc. etc. etc. Los trabajadores que tenían algo ahorrado lo han perdido. El que no tenía nada ahorrado ve una vez más cuán injusta y dura es la vida. Y todo esto viendo cómo los políticos gozan de su estatus, de su confort. Cómo se adueñan de la riqueza GENERADA POR NOSOTROS y la reparten en forma de migajas a dedillo. A tí 1500 al més, tú 470, tú nada porque no llegas a no se qué y a tí 0 euros porque si. ¿Pero, no somos todos personas?
El esfuerzo de la población ha sido enorme. Pero el de los políticos también en desacertar en casi todas las medidas tomada. El error más grande ha sido de no hacer un cierre perimetral antes de Navidad. Ahora las consecuencias las pagan los ciudadanos como siempre.