Lourdes Picó, en una imagen tomada en 2014. | Juanjo Roig

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Ha fallecido en el hospital Juan March, víctima de una lenta y dolorosa enfermedad, nuestra compañera Lourdes Picó, autora de la sección En torno a una copa bajo la firma de Filomena, que se publicaba en las páginas gastronómicas de la revista Brisas y desde el inicio de la pandemia en Ultima Hora.

Lourdes era hija de Manuel Picó, otro gran gastrónomo, miembro fundador de la Acadèmia del Vi i la Cuina de Mallorca y colaborador de nuestro periódico, y de Elena Martínez. De ellos heredó la pasión por la gastronomía como una fuente de cultura y conocimiento y supo transmitírsela a sus hijos Miguel y Manuel.

Estudió Biología. Fue delegada y presidenta del Colegio de Biólogos de Baleares. Durante su etapa defendió con vehemencia la situación de esta profesión para poder practicar análisis clínicos.

En diciembre de 2000, Jaume Matas, por entonces ministro de Medio Ambiente, le nombró directora de la empresa pública EMGRISA, dedicada al tratamiento y almacenaje de los residuos industriales especiales. Se da la circunstancia de que Lourdes puso una condición al entonces ministro: poder regresar cada día a su casa. Así, estuvo durante esta etapa yendo y viniendo cada día de Madrid.

En 2003 fue nombrada presidenta de la Fundación Mateo Orfila, una entidad para la investigación en ciencias de la salud creada aquel mismo año por el Govern balear.

Persona afable y reservada al mismo tiempo, Lourdes no concedió ninguna entrevista durante su etapa en el sector público, al entender que era una profesional que no debía tener proyección pública. Tampoco se involucró en política, a pesar de las propuestas que tuvo para ello.

Su faceta como gastrónoma se completa a partir de julio de 2011, cuando asumió la presidencia del Consell Regulador de la Denominació d'Origen Binissalem.

Sus comentarios en Brisas y en nuestro diario han sido una referencia para gastrónomos y enólogos. Gran viajera, acudía a todas las ferias gastronómicas que podía. Lourdes tenía un gran conocimiento de los caldos locales y foráneos, y aprovechaba sus salidas de la Isla para aprender y transmitir sus conocimientos. Como ella misma escribió, «conocer el mundo a través de su gastronomía y de sus vinos es una manera muy atractiva de emplear ese tesoro de nuestro siglo que se llama tiempo de ocio de calidad. Y las ferias que incluyen gastronomía y vinos son el vehículo idóneo para conocer mejor lo que nos ofrecen las regiones».

La cara más solidaria de Lourdes Picó la impulsó a ser miembro activo de la ong Amics de la Infància, donde desarrolló su labor más humanitaria, una dedicación que nunca dejó de lado, ni siquiera a causa de su enfermedad. De hecho fue durante su primera etapa convaleciente cuando decidió crear Las Gallinitas con un grupo de amigas con el objetivo de elaborar bolsos, colchas de cuna y muchos otros complementos hechos a mano con mucho mimo con el fin de obtener fondos destinados a apoyar proyectos de Amics de la Infància en Perú y Bolivia.

Quienes compartieron con ella su experiencia de vida la recordarán siempre por su entrega al trabajo, su compromiso, su sentido de la amistad, su amor por la familia y su espíritu de lucha.

Descanse en paz.