Dos nuevos reveses a la gran superficie comercial de ses Fontanelles

El recurso judicial impugnaba dos acuerdos: la aprobación inicial del Plan Director de Equipamientos Comerciales (PECMA) y la consiguiente suspensión temporal de licencias, dos medidas que el Consell aprobó en 2017 y que la promotora del centro comercial, Unibail Rodamco, recurrió al estimar que incurría en distintas «ilegalidades» y que se dejaba de atender el interés público en general para «obedecer a las presiones recibidas» del pequeño comercio.

En la sentencia, el TSJIB señala que ya se desestimó un recurso contra la suspensión de licencias que presentó la Asociación de Grandes Empresas de Distribución y, también, que el plazo de la suspensión (dos años) ya había perdido su vigencia al resolverse el contencioso.

Los magistrados del TSJIB esgrimen el mismo argumento para desestimar la impugnación de la aprobación inicial del PECMA: que la medida ya había perdido su vigencia, puesto que en 2019 el Consell aprobó de forma definitiva dicho plan. La promotora también ha recurrido la aprobación definitiva, pero lo jueces aun no se han pronunciado.

El otro revés llega desde Cort, que en marzo prevé aprobar una modificación de la normativa urbanística que impediría construir el aparcamiento de 2.150 plazas que la promotora había proyectado en el subsuelo de la gran superficie comercial.

Cort ya aprobó esta modificación del Pla General d'Ordenació Urbana –que afecta a varios parámetros edificatorios, entre ellos el aprovechamiento del subsuelo– en 2016, pero entonces Unibail Rodamco la impugnó al estimar que se debía someter a una evaluación de impacto ambiental. La Justicia estimó el recurso, los cambios en el PGOU quedaron suspendidos y Cort ha tenido que volver a tramitar la modificación. A principios de año, la Comissió de Medi Ambient dio el visto bueno al trámite ambiental. La idea del Consistorio es que se aprueba de forma definitiva en el pleno de marzo.

La construcción de una gran superficie en ses Fontanelles se planteó en la legislatura 2011-2015 y contó con el apoyo del Govern y Cort, entonces en manos del PP. La izquierda estaba en contra. Cuando alcanzó el poder, en 2015, empezó a poner pegas para abortarlo.