Han pasado 40 años del frustrado golpe de estado que quiso mutilar a la joven democracia española, pero el recuerdo continúa inalterable para varias generaciones. Mientras Tejero mantenía secuestrado a diputados y gobierno de España al completo.
Casi al mismo tiempo, Valencia era militarmente ocupada después de que el teniente general Jaime Milans del Bosch decretara el estado de excepción. Unos dos millares de hombres y cincuenta carros de combate fueron desplegados en las calles de la ciudad del Turia.
En Mallorca, según relataba el periodista Juan Torres Blasco en un artículo publicado en este diario, el capitán general de Balears, Manuel de la Torre Pascual, dormía plácidamente en el momento en que Tejero entraba en el Congreso.
Al menos eso fue lo que le contó al gobernador civil de las Islas, Jacinto Ballesté, aunque nunca se creyó del todo que el capitán general estuviera durmiendo. «Todas las personas que he consultado dan por hecho que sabía más de lo que luego contó. Todos dan por hecho que se habría situado del lado de los golpistas», asegura Torres Blasco.
Jeroni Albertí presidía aquel 23-F el Consell General Interinsular, el ente preautonómico. «Cuando le llamé (a De la Torre Pascual), le pregunté cómo estaban por ahí y me respondió que tranquilos, pero tensos. Eso de 'tranquilos pero tensos' se me quedó grabado. Y, además, añadió que al más mínimo altercado sacaba las tropas», aseguraba el expresidente durante una entrevista concedida en 2009.
Cuatro décadas después, los sucesos del 23-F continúan frescos en la memoria del empresario mallorquín Gabriel Sampol. Por aquel entonces las oficinas de su empresa (ahora una multinacional) se encontraban en la calle Jesús de Palma y ocupaban la planta baja de un edificio de viviendas. «Recuerdo perfectamente ese día y tengo una imagen grabada: la de un coronel salir corriendo de la finca. Lo tenia visto, vivía allí y prácticamente se estaba poniendo el uniforme en la calle. Llevaba la espada en la mano. Se montó en su coche y se fue. La escena me extrañó mucho. En ese momento imaginé que había ocurrido algo, pero tampoco era consciente de lo que estaba pasando».
El presidente del Grupo Sampol reconoce que «esa noche me acosté preocupado». Horas antes y tras la escena del coronel, la radio le puso al corriente de lo que estaba sucediendo. «Decidimos mandar a todos los empleados a casa y yo también me fui. Después fueron llegando más noticias y pasaron muchas cosas por mi cabeza. Evidentemente, estaba preocupado».
Francina Armengol apenas tenía 9 años cuando Tejero irrumpió en el Congreso pistola en mano, pero sus recuerdos también permanecen intactos. «Esa noche mi madre me dijo que papá no vendría a cenar a casa porque tenía que quedarse en el Ayuntamiento (era regidor del equipo de gobierno) esperando acontecimientos».
La presidenta del Govern admite que este detalle provocó que «viviera la jornada con una cierta preocupación, pero era una niña…»
Félix Pons, Miquel Durán, Francesc Garí, Santiago Rodríguez Miranda y Francesc Triay eran los cinco políticos baleares que se encontraban en el edificio ubicado en la plaza de las Cortes de Madrid cuando se escuchó «todos al suelo».
Triay confiesa que nunca lo olvidará. «Fueron unas horas muy intensas; desde el inicio hasta que se resolvió, porque no estábamos tranquilos.. Nos tiramos al suelo sin pensar», rememora. En este sentido, señala que lo que más le impresionó fue ver que había muchos guardias civiles armados, que dominaban todos los niveles del hemiciclo».
Francesc Triay señala que sólo los más entendidos sabían quiénes eran; aunque había escuchado hablar de la operación Galaxia, él no reconoció las caras de los golpistas inicialmente. «También me impactó mucho ver de pie a Adolfo Suárez, Santiago Carrillo y a Gutiérrez Mellado cuando se levantó; ellos no se tiraron al suelo».
El socialista menorquín admite que también se asustó de forma especial cuando los golpistas se llevaron del Hemiciclo a los líderes de los partidos políticos. Al principio no sabían si los habían sacado del Congreso; con el tiempo supieron que permanecían en otras dependencias.
Lejos de Madrid, en Moscú, el jugador internacional de baloncesto Rafa Rullán tampoco olvida el 23-F. Recuerda que se encontraba en la capital de la Unión Soviética para disputar con el equipo blanco un partido de la Copa de Europa ante su gran rival, el CSKA de Moscú «Lo primero que me viene a la mente es una gran confusión. Teníamos partido en Rusia y una vez en el hotel empezamos a tener noticias. Pero claro, eran bastante confusas…».
El exjugador del Real Madrid recuerda que hace 40 años «no había teléfonos móviles, ni tampoco internet. Imagine, estábamos en Moscú y nos cuentan que en España ha habido un golpe de estado». Las noticias no llegaron aquel día hasta la expedición blanca, que tuvo constancia del intento de golpe de estado al viajar de vuelta a España. «Nos enteramos al volver, las comunicaciones eran complicadas por entonces, y más con la distancia con Moscú», explica el pívot, de 69 años, olímpico en Múnich 72, plata en el Eurobasket de 1973 y triple campeón de Europa de clubes. «Me sentí molesto, y a la vez preocupado por los acontecimientos, por todo lo que había pasado en un momento tan importante para la historia de nuestro país», recuerda.
Rullán reconoce que «tenía miedo por todo lo que había pasado y lo que pudiera pasar en un momento tan tenso. La verdad, era para estar preocupado por el impacto de todo lo que se vio en el Congreso», prosigue. De la misma manera, celebra que el asalto a las Cortes fuera «un fiasco total, que dejó claro que ese no era el camino que se quería seguir en aquel momento», concluye el gran pionero del deporte de la canasta .
Llorenç Huguet, rector de la UIB, evoca el 23-F con «mucha preocupación y zozobra, pendiente de cómo se desarrollaría el futuro. Todo eran especulaciones y fue un alivio ver cómo había terminado el mal sueño».
Su familia estaba en Menorca y el estudiaba en la Autónoma de Barcelona. Acababa llegar de Bélgica y daba clase de matemáticas en una academia para pagarse los estudios. Aquel día suspendieron las clases en medio de una gran incertidumbre; al día siguiente se reanudaron.
«Me metí en el coche para ir a casa y puse la radio. Estaba preocupado. Una vez en casa puse la tele y cuando se produjo la comparecencia del Rey ya se estaba viendo cómo los golpistas se comenzaban a retirar de Valencia. Se hablaba del ‘elefante blanco', que no llegó a aparecer».
Aquel 23 de febrero de 1981 parecía un lunes tranquilo para el escritor Guillem Frontera, autor de éxitos como La ruta dels cangurs o Sicília sense morts. El autor se encontraba en su casa de Campos cuando, de repente, estalló la noticia. «Estaba bastante tranquilo hasta ese momento, pero cuando supe de lo que estaba ocurriendo la primera reacción fue salir con mi coche a buscar a mi mujer y a mi hija, que en ese momento era muy pequeña». Estaban en Palma, en casa de los padres de ella. «Fue una primera reacción muy primaria, lo que después me vino a la cabeza fue: ‘Esto es una Isla, no te puedes ir de aquí, no será fácil salir'». Por su cabeza rondaba una pregunta: «¿Qué está pasando aquí?».
Tan solo habían pasado seis años desde la muerte de Franco y la democracia prácticamente dando sus primeros pasos tras muchas décadas de dictadura. Fue también una apertura para el mundo cultura, al que Frontera pertenecía. De hecho, su obra fue censurada durante el Franquismo. «La posibilidad de que aquello pudiera volver a ocurrir se hacía un poco más realidad». Tras recoger a su mujer y a su hija, «fuimos a dar una vuelta por Palma en coche, que parecía una ciudad fantasma, como un cuadro de Giorgio de Chirico, con aquellas ciudades desiertas”. Pasaron por el Ajuntament, por Capitanía, por Gobierno Civil, todo estaba cerrado”.
Algo similar a lo que ocurrió hace un año cuando empezó la pandemia, pero con una diferencia: «Con el virus al menos sabías que estaba pasando, el 23-F no fue así». Menos mal que «Iñaki Gabilondo continuó informado y sabíamos algo porque un cámara de televisión, un operario, se la jugó y se quedó en el Congreso con una cámara encendida». «Fue una situación de angustia y caos, porque nos remitía a tiempos pasados que creíamos sepultados», rememora Frontera, una situación que «afortunadamente, duró poco».
21 comentarios
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Todos los acojonados de aquel dia ahora son unos valientes y heroes que lo dieron todo con su valentía para que fracasará el intento del golpe
Tenía yo 17 años. Estaba trabajando en una tienda de Son Roca. Todo eran cuchicheos. Aquel día se vendieron muchísimas pilas, si pilas para la radio , única forma la radio donde informarse pues la televisión no se atrevía a nada hasta que el rey aparecio'. Había mucha gente nerviosa, en ese barrio obrero había varios descatados y destacadas miembros del PCE ( que se acostaron en la misma cama todos decían). Tengo la imagen que nunca había visto y nunca volvi' a ver del land Rover de la guardia civil aparcado junto al bar de Cabo Blanco. En la calle poca gente y nadie decía ni mu. Silencio compleciente y temeroso. Al día siguiente manifestaciones y alegría , eso sí antes todos calladitos. Hable' con gente que me dijo que se tenían somatenes armados con listas de nombres preparados para lo que surgiese. Mi padre viendo la tele emocionado que no me prohibio' salir a la calle, nunca le escuche' recriminar la actitud de los protagonistas, si si acaso de que los habían abandonado
En el país donde los golpes de estado siempre han llegado de manos de la derecha, y culpar a la izquierda de golpistas, es una prueba de por que tenemos el país destrozado
@Agustin "La juventud de hoy ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores, y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en la sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros". ¿Parece una cita de hoy en día, quizás la de vd. mismo, a que si? ¡Pues es del filósofo Sócrates, del siglo IV antes de Cristo!! y la realidad es otra, y el mundo ha evolucionado. Quizás los retrógrados son la gente que piensa como vd. Reflexione
@ Augur. - ¡¡"No quiero abusos de poder" !! .. Eso es lo que teníamos antes. Ahora podemos lograr el gobierno que queremos con las urnas. No queremos volver a los días en que solo los que fueron miembros de una dictadura vivían una vida de lujo y el resto vivía en la pobreza y el miedo. Ahora tenemos derecho a votar, utilícelo si quiere cambios y respete el resultado.
Quieto todo el mundo!
@Alejandra. Veo que me han censurado. Pero por su respuesta acierto cuando digo que me ha leído. He afirmado que me encuentro bien en una democracia, pero no en este tipo de democracia de aprovechados enchufadores de miles de ineptos. Cuatro u ocho años de gobierno y luego a hacer lo que se supone que hacían (si saben hacer algo). Quiero una independencia total de la justicia y de la administración. No quiero abusos de poder, ni barones que se reproducen en más de lo mismo. Ni políticos profesionales de la política, quiero recuperar políticos dignos, éticos y dedicados al interés general.
Menos recordar 23-F y recuerden que Baleares sin turismo ya sea jóvenes o mayores, se va a pique como el crucero Concordia. Un gobierno está para defender los intereses del pueblo y ayudar a crear futuro y no a destruir la economía basada en turismo y destruir puestos de trabajo. Dicen que tiempos pasados fueron mejor, UNA VERDAD COMO UNA CATEDRAL DE GRANDE. En las generaciones anteriores y posteriores al 23-F conocíamos historia general, y ahora solo quieren inculcar la cultura del RAP, ninis, maleantes, inmigrantes imponiendo sus culturas, etc,... LÁSTIMA QUE NO TRIUNFÓ EL GOLPE DE ESTADO,
@ Andrius/Augur. - Necesita reflexionar seriamente sobre sus ideas equivocadas de que nuestro gobierno tiene la culpa de todo. Todos los países y todos los ciudadanos del mundo se han visto afectados por Covid. Vivimos ahora en una democracia, obviamente no es lo que quieres, quieres volver el reloj a la dictadura de derecha. Esos días afortunadamente se han ido y ahora vivimos en un país democrático donde todos tienen derechos e igualdad de oportunidades, no todos son perfectos, es cierto, pero lo lograremos bajo nuestro sistema democrático y eso nunca sucedería bajo la dictadura opresiva a la que desea regresar. . Nunca más.
Record que aquell dia estava a Anglaterra i intentava telefonar la meva família aquí, però era impossible, Espanya estava incomunicada i hi havia nervis per tot.