Han recibido premios por variar su producción durante los primeros meses de pandemia, pasaron a fabricar gel hidroalcohólico cuando nadie tenía y era esencial su distribución entre el personal sanitario de primera línea.
Trajeron mascarillas y repartieron las pocas existencias que tenían tanto en hospitales, como residencias y supermercados.
Ahora, 15 meses más tarde, fuertemente golpeadas por el cierre del turismo, (del que dependen el 95% de sus ventas), las fábricas de desinfectantes y detergentes, los laboratorios de salud pública, las empresas de cosmética y productos naturales, y los distribuidores de productos de limpieza de Baleares, no han recibido ni una sola ayuda de la administración.
Ni del Govern Balear, porque ha favorecido a los distribuidores de alimentación sobre otros sectores comerciales, ni del Estado porque sus CNAEs no aparecen en el listado publicado en el BOE.
Tan solo la mediación in extremis de Vicepresidencia (de quien dependen los sectores productivos), atendiendo a las características de las islas, puede ayudarles a salir de una situación desesperada.
Esto es lo que espera el Clúster de la Industria Química de les Illes Balears CLIQIB que ha remitido cartas informativas a Vicepresidencia del Govern Balear, a la Consellera de Presidencia, a las Presidentas de los Consells Insulars y a Delegación del Gobierno, solicitando su inclusión en las empresas que podrán recibir las ayudas europeas.
Se trata de salvar la industria local, el talento, el conocimiento, y la capacidad de resistir con medios de producción locales.
Aunque la relación de los responsables de la DG Política Industrial con el sector es excelente, y se está trabajando en diversos proyectos estratégicos para las islas, también es cierto que las pymes locales no solo requieren reconocimiento sino ayudas directas en estos momentos de necesidad.
15 meses esperando convocatorias de proyectos de innovación que no se han publicado, la revisión de la estrategia de innovación de la región para poner en valor la I+D+i de los clústers de las islas, y sobre todo la sensación de que te han utilizado sólo cuando no tenían dónde acudir, está dejando un poso amargo en las empresas que avanzan un 2021 durísimo a nivel de resultados.
Ahora es el momento de demostrar que la industria importa, que la cadena de valor asociada a la innovación importa, que la salud pública y la higiene importan, y que las empresas comprometidas con todo ello no se van a quedar por el camino.