El Govern rechazó la propiedad de Cabrera al tratar su uso con Defensa
Medi Ambient dice que la posibilidad se planteó en un momento de fricción con Madrid
La situación planteada por la posibilidad de que el Govern sea el propietario de Cabrera deja al descubierto la paradoja de que una Conselleria gestionada por Més, partido ecosoberanista, prefiera que Cabrera (en la imagen) continúe en manos del Ejército español. | Efe
La Conselleria de Medi Ambient i Territori rechazó la posibilidad de que la Comunitat Autònoma asumiera la propiedad de Cabrera mientras negociaba con el Ministerio de Defensa, titular del subarchipiélago, el nuevo convenio de usos del parque nacional.
Según ha podido saber este periódico de fuentes solventes, Defensa planteó esta posibilidad al Govern y los representantes de la Conselleria, con Miquel Mir como máximo responsable, la rechazaron. No fue porque la idea de ser propietario de Cabrera no sea atractiva, pues la Conselleria es el gestor del parque nacional, sino por una cuestión jurídica.
Cabrera fue expropiada por el Gobierno español en 1916, en plena I Guerra Mundial, en atención a «intereses de la defensa nacional». Sin embargo, en las condiciones de esa expropiación se estipula que si los «intereses de la defensa nacional» dejan de ser vigentes, el subarchipiélago retornaría a su antigua familia propietaria, los Feliu, quienes recibieron un justiprecio de 362.148 pesetas por perder la titularidad de Cabrera.
Ante esta situación, la Conselleria rechazó la posibilidad de que el Govern sea propietario de Cabrera, pues una aceptación en ese sentido supondría que Defensa reconoce que ya no tiene ningún interés en el subarchipiélago y, por tanto, se abriría a los descendientes de la familia Feliu una vía para reclamar la recuperación de sus derechos de titularidad. Este periódico se ha puesto en contacto con la Conselleria para confirmar estos hechos. Tras una confirmación inicial, fuentes del departamento autonómico han matizado que «no se trató de una oferta directa de Defensa al Govern. En plena negociación sobre el nuevo convenio de usos de Cabrera, no se estaba llegando a un acuerdo y los representantes de Defensa advirtieron de que se podían romper los contactos y dejar la propiedad del subarchipiélago en manos del Govern». Las mismas fuentes han apuntado que «tras ese momento de fricción, el invierno pasado, se reanudaron las conversaciones y ahora están bien encarriladas».
Al ser el Ministerio de Defensa el propietario de Cabrera, un convenio debe regular la cesión de usos de las instalaciones a la Conselleria de Medi Ambient. La negociación actual es la primera que se establece entre los gobiernos central y autonómico después de que el Tribunal Supremo reconociera el pasado noviembre que la gestión en exclusiva del parque nacional corresponde a la Comunitat Autònoma.
El convenio vigente, a extinguir, se negoció entre instituciones del Gobierno: el Ministerio de Defensa, por un lado, y el Organismo Autónomo Parques Nacionales. Cabe decir que los máximos responsables en esa época eran Federico Trillo, como ministro de Defensa, y Jaume Matas, como ministro de Medio Ambiente, en la segunda legislatura de Aznar (PP) como presidente.
Maniobras y fuego real hasta 1986 El interés militar de Cabrera se reflejó en las maniobras militares que realizó el Ejército en el subarchipiélago hasta 1986, con fuego real. Las maniobras militares fueron limitándose, se suprimió el fuego real y todo ello culminó con la declaración de Cabrera como parque nacional, en 1991. Hace sólo unos días que se cumplió el 30 aniversario de esa declaración.
En realidad, la expropiación de Cabrera se debió a cierta histeria de los Aliados que temían el abastecimiento de sumergibles enemigos (todavía no submarino) en la isla. En realidad, sólo podía tratarse de sumergibles austro-húngaros y, con mucha dificultad, a causa de al distancia entre Trieste y Baleares. Al parecer, los Aliados también veían con malos ojos la presencia del archiduque austríaco Luis Salvador en Mallorca, lo que pudo sr un factor para su retorno en la actual Chequia.
Menuda contradicción, aunque es lógico porque el Govern está en quiebra y sería incapaz de asumir esa nueva expropiación. Muchas propiedades del ejército no operativas ya han vuelto a las familias y Cabrera no será una excepción, como solo en LLucmajor las de Cap Enderrocat, Cap Blanc (con cañones de costa incluidos) y Cap de Regana. Solo es cuestión de tiempo pero entonces el Govern, tendrá que expropiar o aceptar que ya no podrá hacer uso de ningún edificio en la Isla ni restringir el fondeo o acceso a sus propietarios o clientes en sus muelles, porque probablemente como en Cap Enderrocat se explotaría modestamente aprovechando las construcciones (muchas en ruinas) en un paisaje idílico, si es que el Ayuntamiento de Palma tramita las licencias (Cabrera pertenece a este término municipal).
A mi me parece que eso de no querer asumir la propiedad de Cabrera por el único motivo de que no vuelva a sus legítimos propietarios es algo parecido a un fraude de ley. Siempre he defendido que la propiedad militar en el archipiélago era la garantía de su preservación, espero que a partir de ahora ningún pseudoprogre ose discutir esta cuestión.
De modo accesorio, supongo que, en caso de cesión al Govern, el Estado seguiría siendo propietario de la zona litoral de Cabrera, o sea de buena parte de la isla.
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En realidad, la expropiación de Cabrera se debió a cierta histeria de los Aliados que temían el abastecimiento de sumergibles enemigos (todavía no submarino) en la isla. En realidad, sólo podía tratarse de sumergibles austro-húngaros y, con mucha dificultad, a causa de al distancia entre Trieste y Baleares. Al parecer, los Aliados también veían con malos ojos la presencia del archiduque austríaco Luis Salvador en Mallorca, lo que pudo sr un factor para su retorno en la actual Chequia.
Menuda contradicción, aunque es lógico porque el Govern está en quiebra y sería incapaz de asumir esa nueva expropiación. Muchas propiedades del ejército no operativas ya han vuelto a las familias y Cabrera no será una excepción, como solo en LLucmajor las de Cap Enderrocat, Cap Blanc (con cañones de costa incluidos) y Cap de Regana. Solo es cuestión de tiempo pero entonces el Govern, tendrá que expropiar o aceptar que ya no podrá hacer uso de ningún edificio en la Isla ni restringir el fondeo o acceso a sus propietarios o clientes en sus muelles, porque probablemente como en Cap Enderrocat se explotaría modestamente aprovechando las construcciones (muchas en ruinas) en un paisaje idílico, si es que el Ayuntamiento de Palma tramita las licencias (Cabrera pertenece a este término municipal).
A mi me parece que eso de no querer asumir la propiedad de Cabrera por el único motivo de que no vuelva a sus legítimos propietarios es algo parecido a un fraude de ley. Siempre he defendido que la propiedad militar en el archipiélago era la garantía de su preservación, espero que a partir de ahora ningún pseudoprogre ose discutir esta cuestión.
De modo accesorio, supongo que, en caso de cesión al Govern, el Estado seguiría siendo propietario de la zona litoral de Cabrera, o sea de buena parte de la isla.