La irrupción de la pandemia provocó un aumento de usuarios.

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La irrupción de la pandemia hace ya más de un año supuso un duro revés para muchas familias de las Islas, que tuvieron que recurrir a la solidaridad para poder subsistir. Los expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE) han mitigado el golpe para los trabajadores fijos y fijos discontinuos, pero muchos temporales y los que trabajaban en la economía sumergida quedaron desamparados. Un dato que pone de manifiesto esta realidad es que alrededor de 5.600 personas que el año pasado acudieron a Càritas Mallorca, lo hicieron por primera vez en su vida. Representan casi la mitad de las 11.355 personas que se atendieron.

La entidad vinculada al Obispado publicó este viernes su memoria de 2020, ejercicio en que prestó sus servicios a un 30 % más de usuarios que el año anterior a la pandemia. Supone un aumento de 2.568 personas. Para ello, amplió, reforzó e intensificó la atención y el acompañamiento que ofrece a sus usuarios.

Del total de personas que el año pasado se acercaron a Càritas, más de la mitad eran mujeres y casi el 40 % tenía pareja e hijos. Representan el prototipo de hogar más numeroso, muy por encima del 14 % que vivían solas, cuyo porcentaje descendió 10 puntos en comparación con 2019. Por nacionalidad, prácticamente siete de cada 10 eran extracomunitarios, de los que 4.474 estaban en situación irregular. Nada más estallar la pandemia, la entidad ya advirtió de esta tendencia, al alertar que se trata de un colectivo sin posibilidad de recurrir a las ayudas públicas que se habilitaron para los trabajadores que quedaron sin empleo.

Vivienda

El pago del alquiler y otros suministros relacionados con la vivienda fue de nuevo el principal concepto al que se destinaron las ayudas económicas, un 70 % del total. No se trata de algo nuevo, aunque el número de ayudas concedidas para la vivienda casi se triplicó respecto a un año antes, hasta las 2.049. Además, la entidad cuenta con el proyecto de ‘Vivienda digna', a través del que se beneficiaron 118 personas.

Càritas gestionó el año pasado un presupuesto de 5,2 millones, de los que un elevado porcentaje se destinó a ayudas en vivienda y primeras necesidades. Fue clave la colaboración de las 48 entidades parroquiales, así como las ayudas y donaciones de entidades públicas, particulares y socios, que aumentaron de forma considerable. Los ingresos pasaron de los 3,2 millones de 2019 a los 5,4 millones en 2020.