Este domingo, 13 de junio, se celebra el Día de la prevención contra el cáncer de piel, por ello es más importante que nunca concienciarse de los riesgo que supone una fuerte exposición solar. Los medicamentos fotosensibilizantes son aquéllos que no se llevan bien con el sol pero, a diferencia de los fotosensibles, los grandes perjudicados no son ellos sino nosotros. Estos medicamentos se caracterizan por ocasionar reacciones nocivas en la piel en combinación con la radiación ultravioleta. Actualmente se han descrito más de 300 medicamentos fotosensibilizantes y gran parte de ellos se pueden encontrar en el botiquín de casa. Uno de los más populares: el ibuprofeno.
Los fármacos fotosensibilizantes más comunes son: antiinflamatorios de tipo 'AINE' como ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco, antibióticos como azitromicina o norfloxacino, anticonceptivos orales como estradiol o levonorgestrel (más conocida como píldora del día después), antihipertensivos como enalapril o losartán, antiulcerosos como omeprazol o ranitidina, hipolipemiantes (medicamentos para bajar el colesterol) como simvastatina o atorvastatina o psicofármacos clásicos como el diazepam.
Aquellos que toman medicamentos necesitan proteger bien de la exposición al sol, entre las recomendaciones de los expertos está aplicar el fotoprotector adecuado para tu fototipo, en cantidad necesaria y con la frecuencia suficiente para evitar quemaduras. Paralelamente, también es importante evitar la fotoevitación y no exponerse directamente al sol, para ello se deben usar gafas, gorras y sombrillas.
¿Qué diferencia hay entre los medicamentos fotosensibles y los fotosensibilizantes?
A pesar de que su denominación es muy parecido, los medicamentos fotosensibles y los fotosensibilizantes tienen una reacción al sol muy diferente. Aquellos denominados fotosensibles no se llevan bien con el sol, pero los mayores perjudicados son ellos mismos. La luz puede alterar sus propiedades físico-químicas y farmacológicas, por este motivo el fármaco puede perder eficacia. Para evitar que esto suceda los fabricantes lo envasan en frascos de color topacio o en blísters de papel de aluminio.
En cambio, los fotosensibilizantes son aquellos que perjudican a nuestro cuerpo. La combinación de sol y este tipo de fármacos puede desarrollar algún tipo de alergia o enfermedad a corto y largo plazo.
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