El juicio arrancó hace unos días en Palma, pero ahora, el juzgado ha decidido inhibirse y enviar la causa a Melilla a petición de la Fiscalía en un ping pong por la competencia de la causa que tendrá que resolver el Tribunal Supremo.
Tras la venta de SYP a Erosky en 1997 por 90 millones de euros, Lavao creó el Grupo Avalo y se dedicó sobre todo a la construcción. La burbuja impulsó sus inversiones y le llevó a crear una empresa en Melilla, de la que uno de sus hijos, el ahora acusado, fue nombrado administrador solidario. Según las acusaciones, emplearon esa mercantil como herramienta para tener el yate en Palma, pero con sede en la ciudad autónoma, con las ventajas fiscales que eso implicaba.
La empresa no tenía empleados ni actividad alguna, según el ministerio público. En 2006 compró el yate por 9.045.400 euros en Italia. Se matriculó en Melilla de manera que se sacó el yate del territorio aduanero de la UE y se burló el pago del IVA que, por esa operación hubiera subido a a 1,4 millones de euros.
Impuestos
A la vez se esquivó abonar el impuesto sobre medios de Transporte que cobra el Govern que, en ese caso era algo más del millón de euros y tampoco se presentó la embarcación para su despacho en aduanas.
En realidad, el yate tuvo como puerto base el de Palma, donde residían Lavao y su hijo y su uso era sólo como embarcación de recreo. De hecho, la calificación de la Fiscalía destaca que ni siquiera cabía en el puerto de Melilla, empleada como tapadera para eludir el pago de los impuestos.
Los negocios de Francisco Lavao se vinieron abajo durante la crisis económica y, en el año 2010, se encontró el cuerpo del empresario en un acantilado cerca de Cap Blanc. La investigación por delito fiscal y contrabando por el barco arrancó ese mismo año y la instrucción se llevó adelante en un juzgado de Instrucción de Melilla. Ahora, la causa queda pendiente de que se aclare dónde se debe juzgar el caso.
Choque entre juzgados para ver quién asume el caso
El día del juicio, la Fiscalía de Baleares planteó la falta de competencia del juzgado de Palma para el caso como una cuestión previa. La magistrada ha aceptado enviar la causa de vuelta a Melilla porque ahí estaba inscrita la empresa que compró el yate. Antes, el juzgado Penal de Melilla había enviado a Palma la causa. El Govern y la defensa querían que se juzgara aquí.
2 comentarios
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El ligar, amantes se ha puesto muy mal en este país y como le regales a la parienta un barquito de estos para tenerla contenta, los de Hacienda te dejan en bolas y en el truyo... mejor le compras un submarino que puedes dejarlo escondido bajo el agua.
Vale, sí, está claro que hay que pagar impuestos pero de ahí a que un bien de 9M se esté reclamando 20M en impuestos por muchos intereses que haya me parece una auténtica pasada, sobre todo porque los plazos los pone la administración con un tema que lleva 17 años en marcha.