El instituto, ubicado en Can Pastilla, fue inaugurado en 2005 con una proyección de cuatro líneas de ESO, 16 unidades con 30 alumnos cada una, un total de 480 alumnos. En ese momento quedó proyectado un segundo piso del edificio para poder ampliarse si era necesario. Con los años el número de alumnos ha ido creciendo, pero la ampliación prometida nunca llegó. Para el curso 2021-2022, el centro prevé que los grupos aumenten a 28 unidades y se superen los 800 alumnos. «La situación es insostenible», denuncia Catalina Genovart, profesora del centro.
El equipo docente quiere dar a conocer la «grave situación» de falta de espacio y sobresaturación que sufre el instituto de la Playa de Palma y las condiciones en que la Conselleria pretende iniciar el próximo curso. Desde el claustro se ha solicitado en repetidas ocasiones las obras de ampliación del instituto sin obtener, de momento, una respuesta positiva por parte del Govern. «No es un problema de la pandemia, es un problema de falta de espacio. No hay aulas para hacer metodologías más activas, hemos tenido que renunciar a los laboratorios y a los desdoblamientos en grupos más pequeños. Todo esto afecta a la educación que reciben los niños», explica Genovart.
De hecho, la comunidad educativa se ha visto obligada a buscar soluciones al problema, entre ellas colocar un aula prefabricada de cara al próximo curso, convertir un final de un pasillo en una clase, un almacén también en aula, perder dos departamentos didácticos, y para el aula de acogida lingüística habilitar un pasillo. Además, a causa de la pandemia, los laboratorios y la biblioteca también se han convertido en aulas. «A nivel de convivencia también es insostenible, no se puede tener a treinta alumnos durante siete horas en la misma aula, se generan muchos conflictos entre ellos».
El grupo de profesores reclama una mayor inversión y pide una «escuela pública de calidad» para todos los alumnos, independientemente de la zona en la que se encuentre el instituto. Por esto motivo, las obras de ampliación del segundo piso se convierten en una prioridad para poder recuperar los espacios perdidos.
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Mentres la població de les illes segueixi creixent a aquest ritme, estarem saturats. És més, espanya hauria de compensar la població que rebem per donar serveis basics... res, que la societat que ens ha quedat gràcies al turisme deixa molt que desitjar, que el turisme no fomenta el coneixement, la gent que ve a treballar està poc qualificada i no rebem ajudes estatals per contrarrestar la pressió humana que rebem. Som una colònia castellana
Mentres els polítics provoquen un procés inflacionari permanent de càrrecs, els serveis públics es mantenen sota la llei de saturació, la qual cosa alimenta la demagògia infame de proposar reformes de manera contínuada, això sí, procuren anar inagurant alguna cosa per a sortir a les fotos.