La hasta ahora portavoz del PI en el Consell de Mallorca, Xisca Mora. | Redacción Formentera

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Las desavenencias entre los dos sectores del PI se han hecho evidentes en el equipo del Consell. Los consellers insulars Pere Soler e Isabel Febrer registraron este viernes el nombramiento de Soler como nuevo portavoz de la formación en el pleno. La decisión ni siquiera fue comunicada a Xisca Mora, actual portavoz. El PI cuenta con tres representantes en el pleno del Consell de Mallorca. «El artículo 11 del reglamento indica claramente que las decisiones se toman por mayoría del grupo político. Pere Soler e Isabel Febrer ya forman esa mayoría necesaria para tomar decisiones», explicaron fuentes del sector crítico del PI.

En realidad, la destitución de Mora como portavoz en el Consell es una respuesta a la «amenaza de abrir un expediente disciplinario que la dirección del partido comunicó a los consellers insulars que protestaron porque Mora quería nombrar de forma unilateral y sin negociar un nuevo asesor del partido en el Consell», añaden las mismas fuentes. De hecho, la propuesta de nombrar a ese asesor se tomó de forma unilateral en la ejecutiva de la formación que se celebró el pasado 18 de noviembre y a espaldas del grupo del Consell de Mallorca, según explica el entorno crítico del PI.

Expediente disciplinario

A pesar de que los grupos políticos en el Consell de Mallorca se rigen por mayoría y por democracia interna, tal y como avalan el reglamento y multitud de sentencias, «la dirección del partido obvió ese punto y decidió quién sería la persona que ocuparía el puesto de asesor del partido en el Consell a espaldas de los consellers insulars del PI», denuncian las fuentes.

Tanto Febrer como Soler protestaron ante la dirección de la formación regionalista por haber tomado esa decisión sin negociar y «el pasado jueves por la noche recibieron una carta del presidente, Tolo Gili, que les amenazaba con abrirles un expediente disciplinario», explicaron ayer a este periódico fuentes próximas a los dos consellers insulars críticos.

En estas circunstancias, «no ha quedado más remedio que actuar en consecuencia y demostrar que quien toma las decisiones en el grupo político del Consell es la mayoría. Se han querido romper los puentes de diálogo que quedaban entre los dos sectores y se ha tenido que demostrar a la fuerza que, sin acuerdos, quien manda en el Consell es la mayoría del grupo y no la dirección del PI», concluyeron los críticos.