La vacunación de los menores es un tema de conflicto para muchos padres, especialmente grave en el caso de los divorciados. | Freepik

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La vacunación contra la COVID-19 se ha extendido a los menores de edad; este miércoles ha arrancado en Baleares para los que tienen edades comprendidas entre los 5 y los 11 años y desde hace tiempo se está inoculando a los más mayores. El hecho de decidir sobre la inoculación de los hijos está causando algunos conflictos, que se agravan especialmente en el caso de los padres divorciados. Ante este panorama, cabe preguntarse ¿cómo decidir si uno de los dos progenitores quiere inocular al niño y el otro no?

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La coordinadora autonómica de Pediatría, Margalida Cañellas, ha explicado que los dos padres tienen que estar de acuerdo para que el IB-Salut pueda proceder a inyectar la vacuna contra el coronavirus; en el caso de que haya conflicto se debe solicitar autorización judicial. No obstante, ha precisado que si no se precisa que existe desacuerdo entre los padres y uno de ellos acompaña al menor se da por hecho que hay acuerdo para que este sea vacunado. No obstante, ha insistido en que el niño siempre tiene que ir acompañado de un tutor legal.

Todo apunta a que los conflictos sobre este asunto irán a más, ahora que ha arrancado la vacunación infantil. Si se toma como referencia la primera resolución emitida en este sentido, que fue en Barcelona, la jueza establece que es la madre la que debe decidir, aunque no entra en el fondo de si se debe vacunar o no. La magistrada argumenta que el hecho de que la madre fuese partidaria de vacunar a su hija beneficia al conjunto de la sociedad y esto ha pesado a la hora de adoptar una decisión sobre cuál de los progenitores tiene razón. En el caso concreto de Baleares, en Manacor ya se ha emitido una sentencia, que también es favorable para el padre que quiere proteger a su hijo contra la COVID-19.