Alicia Boadilla, madre de Tonet, denunció hace unos meses el acoso que sufría su hija desde 2019. La menor padece una discapacidad auditiva y el suyo es uno de los pocos colegios con especialistas en lengua de signos. Así las cosas, los padres habían pedido su traslado para poner fin a esta situación aunque no lo consiguieron y ha tenido que regresar al aula este curso 2021/22.
Antecedentes
La noche del 23 de noviembre de 2020, Tonet intentó suicidarse desde la ventana de su habitación. Pasó un mes ingresada en el Hospital Son Espases, en un estado muy grave, pero logró recuperarse y sus secuelas son leves. Un mes antes, en octubre, Tonet se desmayó en el colegio. Una profesora llamó a la ambulancia y vio cortes en su muñeca.
Entre los años 2019 y 2020, la menor escribió cartas en las que pedía perdón y manifestaba su deseo de quitarse la vida para no volver al colegio. El abogado de la familia, Miguel López Bortón, reunió toda la documentación y las misivas de la niña para probar que ha sido víctima de acoso, después de que la primera investigación policial rechazara considerar este caso como bullying. Los padres de Tonet consideran en el escrito de la denuncia que hubo una negligencia por parte del centro hospitalario desde la intervención y exploración del primer intento de suicidio. De igual forma acusan al colegio de comisión por omisión (no obró para evitarlo) al entender que su actuación fue «insuficiente» e «inefectiva».
Tonet continúa escolarizada en el colegio, pero solo acude a las clases de educación especial. En su relato, explicó que tres niñas de su otra clase ordinaria –la menor acudía a dos grupos distintos– eran las autoras de los continuos insultos y amenazas recibidas hasta el curso pasado. Así también lo ha estado reflejando en sus redes sociales. A falta de que el juzgado admita a trámite esta querella, el abogado de la familia solicita para la víctima una indemnización de 20.000 euros por los daños sufridos.