Se estima que más de la mitad de los estudiantes que cada año entraban a la Ramon Llull procedían de las Islas. «Si se cierra, perderemos mucho. Además, una parte de la historia de esta residencia catalana la comparte con Balears porque era un lugar de encuentro», lamenta Miquel Amengual, estudiante de quinto de Medicina y residente desde 2016 a 2020. Bernat Roig, originario de ses Salines, forma parte del gabinete de Presidència y también fue residente de la Ramon Llull. Fue el estudiante que más tiempo pasó allí, en total diez años, del 2000 al 2010. Estudió Filología Clásica, Arqueología y se sacó una formación como técnico de animación de patrimonio cultural y local. «Recuerdo que éramos muchísimos mallorquines. De hecho, se decía que el colegio era la casa de los baleares. Esto era muy importante para nosotros», dice. «No me imaginaba que se cerraría, la noticia me ha llegado como si me tirasen encima un cubo de agua fría». Por su parte, Toni Rullán siente con «lástima y nostalgia» que cierre. Un lugar en el que, como explica, «he vivido una de las mejores etapas de mi vida. De allí te llevas una comunidad de personas que han sido como tu familia, y la mayoría de las Islas», asegura, quien estudió Ingeniería Industrial y vivió en el centro desde 2009 a 2012.
Cultura balear
Muchas personalidades de la cultura balear han sido, en algún momento de su historia, estudiantes de la resi, emplazada en la calle Comte d'Urgell. El primer director que tuvo el centro fue Miquel Ferrà, poeta y escritor mallorquín del siglo pasado. Tras él, hay todo un legado: Antoni Maria Sbert, Bartomeu Rosselló-Pòrcel, entre otros. La presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, los alcaldes de Sencelles y Deià, Joan Carles Verd y Lluís Apesteguia, también fueron residentes del colegio, entre otros. «En el último año en el que estuve allí ya hablaban del cierre. Pero en ese momento, los estudiantes se movilizaron contra la decisión», rememora Bernat Roig, quien asegura que ha habido hasta dos ocasiones en las que la Diputació intentó clausurar el edificio, la primera en 2009 y la última en 2011. Otros, como Toni, no comprenden que el centro «no se haya dedicado a identificar cuáles son los aspectos que han provocado una baja demanda» antes de tomar la decisión final. A finales de enero se hizo oficial el anuncio. Con todo, está previsto que los alumnos organicen una protesta a fin de evitar que la residencia más antigua de Catalunya diga adiós.
6 comentarios
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El deporte oficial de este colegio mayor era la polinización cruzada, por eso había tortas por entrar. Doy fe.
Mis hijas residieron en ella durante los primeros cursos de sus estudios y en ningún momento fueron adoctrinadas. Un fuerte golpe, sobre todo para los estudiantes de medicina ya que el Clinic está situado a menos de 100 metros de la residencia.
Soy yoLos malos rollos son los que tienes en tu cabeza . . . pobre diablo.
Mejor!! Eso era caldo de cultivo para adoctrinar a Mallorquines sobre el reino de cataluña, indepes y que el mallorquín es un dialecto del catalán. Cerrad al salir ;)
Ohhh ¿los catalanes nos van a echar para hacer su residencia? Pero no somos sus hermanos o similares. Si es que en todas las familias hay malos rollos